A la anterior inversión de un millón de euros realizada en 2017, Mercadona destinará este años otros cuatro millones que irán destinados a reforzar su apuesta por el gas natural como elemento clave en su apuesta por la sostenibilidad de su actividad que traduce en la optimización continua de su flota de transporte y de su logística para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire en los núcleos urbanos.
Con este objetivo, a lo largo del año se incorporarán a la flota, paulatinamente, vehículos de categoría ECO que circularán prioritariamente por núcleos urbanos de alta densidad de población, lo que contribuirá a reducir el riesgo de superar los límites permitidos de NOx y partículas en suspensión que este tipo de ciudades habitualmente tiene.
Esta iniciativa se suma a las que se están realizando en vehículos para la llamada “última milla” de reparto en ciudades. Para ello, la compañía ya dispone de 3 furgonetas transformadas a dual fuel (gas/gasoil) y en 2018 tiene previsto utilizar también 3 furgonetas 100% GNC (Gas Natural Comprimido). Además, actualmente, se están realizando pruebas con una furgoneta eléctrica para estudiar las mejoras y sus posibilidades de adaptación a los medios de frío.
El esfuerzo realizado en los últimos años ha permitido que el 92% de la flota que utiliza la compañía cuente con el distintivo categoría C de la DGT, es decir, vehículos que cumplen con los estándares Euro VI y Euro VI C, que son los más exigentes en materia de emisiones. Estos motores reducen las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), perjudiciales para la salud.
Además de apostar por combustibles menos contaminantes, Mercadona continua desarrollando su estrategia de sostenibilidad medioambiental optimizando la carga de los vehículos para aprovechar al máximo cada viaje y reducir así el número de trayectos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Plan de Responsabilidad Social
Uno de los compromisos que Mercadona mantiene con la sociedad es devolver parte de cuanto recibe de ella. Con dicho objetivo, se desarrolla el Plan de Responsabilidad Social de la compañía que atiende el componente social y ético a través de distintas líneas de actuación sostenibles que refuerzan su apuesta por el crecimiento compartido. Como parte de esta política, Mercadona trabaja en el Proyecto de Distribución Urbana Sostenible y la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades mediante camiones y furgonetas propulsados por tecnologías más limpias y eficientes, así como en la construcción de cubiertas ajardinadas y jardines verticales en sus tiendas.
Otra línea estratégica del Plan de Responsabilidad Social de Mercadona es la sostenibilidad medioambiental. Para ello, Mercadona cuenta con un Sistema de Gestión Medioambiental propio, enfocado a la optimización logística, la eficiencia energética y la reducción de residuos; parte de este sistema está basado en los principios de la Economía Circular y busca conjuntamente con los interproveedores la conversión de residuos en nuevos recursos.