Renault ha puesto sobre la mesa un nuevo plan industrial, el tercero, que deberá aprobarse de acuerdo con los sindicatos y que incluye la producción de un nuevo modelo en la planta de Valladolid, así como la de la nueva generación del motor K9 diésel 1.5 dCi, una nueva caja de cambios en la planta de Sevilla e iniciar una actividad de inyección de aluminio en la propia planta vallisoletana prevista para 2018.
Jose Antonio López Ramón y Cajal, Director General de Renault-España, ha puesto en valor la importancia de los dos últimos planes industriales y considera que la aprobación de este tercer Plan Industrial resulta decisiva para el futuro de la marca en España. Desde la Dirección se ha manifestado que para optar a este nuevo plan resulta necesario seguir mejorando en competitividad y en flexibilidad. Una manera de presionar a una plantilla que lo considera enormemente positivo pero que recuerda que el éxito logrado con los dos anteriores ha sido posible con el esfuerzo realizado por los trabajadores y por ello, desde UGT, reclaman ahora hablar de salario y de empleo estable.
Según los sindicatos, la propuesta de la Dirección resultaba inasumible y llegaron a hablar incluso de “provocación”, por cuanto plantearon reducir un entre un 10 y un 20% una serie de pluses y ligar parte del salario fijo a variables a través de una paga de objetivos entre otras medidas. Para los representantes de los trabajadores, Renault no reconoce el esfuerzo y el trabajo de la plantilla en estos últimos años, y plantan a la Dirección medidas muy diferentes, entre ellas una subida salarial del 2% consolidable para cada uno de los cuatro años de vigencia del nuevo plan industrial, incrementar un 10% el plus de nocturnidad, mantener la jornada laboral actual o la eliminación de las horas extras.
La Dirección de Renault España considera que las medidas propuestas por los sindicatos para optar a un tercer plan industrial distan mucho de un posible acuerdo, puesto que en lugar de mejorar la competitividad provocarían un importante incremento de los costes, en torno a un 18%, así como una reducción y encarecimiento de la flexibilidad actual. La empresa ha señalado también que el planteamiento de la representación sindical es "desproporcionado” teniendo en cuenta que está en juego la adjudicación de un Plan Industrial, y que las condiciones demandadas pondrían a las factorías españolas en una débil situación con respecto al resto de plantas que compiten por adjudicarse este nuevo Plan Industrial.
Y en esas duras y largas negociaciones, la Dirección de Renault ha dado un paso adelante y ha puesto encima de la mesa 1.000 contratos indefinidos para los próximos cuatro años que provendrían de relevistas, personal eventual o directamente del exterior y ha retirado su pretensión de contratar a través de ETT y de reducir los pluses. La Empresa espera ahora un paso adelante por parte de la representación sindical, especialmente en el ámbito de la flexibilidad, aspecto imprescindible para Renault de cara a conseguir un acuerdo.También estaría dispuesta a retirar su pretensión de trabajar sábados tarde y domingos mañana con cargo a la Bolsa de horas, siempre y cuando se encuentre un acuerdo para poner en marcha un turno de fin de semana sin incremento de costes.
Además, ha aceptado algunas de las peticiones de los sindicatos, como la voluntariedad a la hora de trabajar en el turno del fin de semana o la aplicación de este turno sólo en aquellas áreas en las que se trabaje a tres turnos. A lo largo de la reunión, también se ha abordado el tema del salario. Renault mantiene su propuesta de un aumento salarial que incluya parte en incrementos fijos y parte en variable, pero sin cláusula de revisión.