La llegada al mercado del Tarraco forma parte de la mayor ofensiva de productos en los últimos tiempos de la marca española, fruto de una inversión de 3.300 millones de euros en el periodo de 2015 a 2019. Una ofensiva que tiene a este gran SUV de siete plazas su máximo exponente, un modelo con el que Seat quiere acercarse más que nunca al segmento Premium con un producto que ha sido muy cuidado en su desarrollo para lograr niveles de excelencia propios de estos últimos.
El diseño frontal insinúa el nuevo lenguaje estético de la marca, con una prominente parrilla de nuevo diseño que acentúa el carácter y la personalidad del último Seat. Una estética que podría marcar una nueva línea a seguir por futuros modelos de la marca y que en el Tarraco marca sin duda un nuevo lenguaje de diseño.
Un Tarraco que debe su nombre a la ciudad de Tarragona, un centro histórico y cultural que alberga grandes obras arquitectónicas y que goza de un espíritu joven y aventurero. Tarraco fue el nombre elegido por votación popular por los más de 140.000 entusiastas que participaron en la fase final de la iniciativa de Seat para buscar nombre a este nuevo modelo.
También sus dimensiones le sitúan como uno de los más grandes modelos de su historia, con 4,73 metros de longitud para configurar un interior amplio y confortable para cinco adultos y la posibilidad de ampliar hasta siete el número de ocupantes gracias a una tercera fila escamoteable. En el puesto de conducción, y en respuesta a la creciente digitalización de nuestro entorno, el interior del Tarraco está equipado con el sistema Digital Cockpit de 10,25 pulgadas, que permite personalizar la información que recibe el conductor. En la consola central, incluye una pantalla de 8 pulgadas, desde la cual los ocupantes podrán acceder a las múltiples opciones de conectividad de Seat. Además, el sistema de info-entretenimiento ‘Navi Plus’ del Tarraco, incorpora por primera vez la función del Control Gestual, mediante el cual se pueden controlar algunas funciones con un sencillo movimiento de la mano frente a la pantalla.
Un interior amplio y confortable y con todo el equipamiento que se demanda hoy en día que se complementa con una dinámica de conducción que, como es habitual en Seat, busca desmarcar al Tarraco como uno de los SUV más eficaces sobre el asfalto. Además de todos los asistentes a la conducción necesarios para una circulación más segura, como el de cambio involuntario de carril y el asistente de frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas, o el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de atascos o el control de crucero adaptativo, el Tarraco recibe una puesta a punto en lo que a chasis y suspensión se refiere que incluye control dinámico de chasis (DCC) que permite elegir los ajustes que prefiera, aunque el sistema también puede adaptarse automáticamente, modificando sus características en función del firme y el estilo de conducción de cada momento.
No faltará una gama de motores acorde a todo ello, y habrá dos variantes de gasolina TSI: un cuatro cilindros y 1.5 litros con 150 CV, caja de cambios manual de seis velocidades y tracción delantera, y un 2.0 de cuatro cilindros con 190 CV, asociado a una caja de cambios automática DSG de siete relaciones y sistema de tracción total 4Drive. En cuanto a los diésel, habrá dos opciones disponibles, ambos TDI de cuatro cilindros y 2.0 litros, con potencias de 150 y 190 CV. La variante de 150 CV puede equiparse con tracción delantera y un cambio manual de seis velocidades, o bien asociado a una caja de cambios DSG de siete relaciones con el sistema 4Drive de tracción total. La versión más potente solo estará disponible con cambio DSG de siete velocidades y sistema 4Drive.