El segmento de los utilitarios lleva en los últimos años evolucionando en lo que a los motores se refiere. En lo que llevamos de año, se han comercializado ya más de 250.000 coches de este segmento, el que domina en las grandes ciudades por sus reducidas dimensiones y sus ajustados consumos, de los que casi 200.000 se corresponden a versiones con mecánicas de gasolina.
La oferta de este tipo de motores no es precisamente escasa, y las marcas siguen avanzando en el desarrollo de estos pequeños motores que cumplen a la perfección en el entorno urbano, pero que quieren ofrecer además un buen rendimiento fuera de la ciudad. El Ibiza es el líder indiscutible del mercado, y su motor TSI de cuatro cilindros y 1,2 litros es una de las referencias del segmento. Suzuki, por su parte, ha desarrollado un nuevo motor, el 1.0 Boosterjet, pero con tres cilindros, con el que ha puesto en el mercado una interesante alternativa. Ambos motores cuentan con sobrealimentación, mueven carrocerías de cuatro metros de longitud y cuestan prácticamente lo mismo.
Por poco más de 13.000 euros, ofrecen motores cargados de tecnología, con bajos consumos sobre todo en ciudad y un notable espacio interior para tratarse de turismos de clara vocación urbana. El Baleno es algo más más ligero que el Ibiza y eso permite brillar a su propulsor, que se apunta a la última tendencia en cuanto a tecnología. El motor 1.0 Boosterjet responde con alegría y no sólo recupera velocidad sin cambiar de marcha con más soltura, sino que en ciudad requiere menos energía para moverse, y de ahí que consigue un consumo más ajustado que el de su rival.
Su conducción resulta también muy suave, con mejor respuesta a bajo régimen que otros motores de tres cilindros atmosféricos, gracias a su pequeño turbo, aunque mantiene pequeñas vibraciones cuando gira a muy alto régimen. Aún así, no llega a ofrecer el grado de refinamiento de motores de cuatro cilindros como el 1.2 TSI del Ibiza. Este gasta ligeramente más, casi medio litro más en conducción real, y requiere bajar una marcha si tenemos que hacer algún adelantamiento apurado. Sin embargo, en aceleración máxima y en conducción más o menos deportiva en carretera, mantiene el ritmo del Baleno a pesar de su menor cifra de potencia.
El motor 1.0 BoosterJet del Baleno cuenta con una cambio de cinco marchas con un selector suave, aunque no demasiado rápido ni preciso, que requiere marcar bien los movimientos de la palanca en las transiciones. Peor sensación transmite el chasis, lejos de la eficacia en curva del Ibiza, siempre un referente en este sentido. La dirección no es muy precisa en curva y la amortiguación muestra alguna dificultad para mantener la trazada con asfalto cambiante en situaciones de cierta exigencia. En cambio, esa suave suspensión asegura un notable confort en baches o sobre asfalto muy rugoso. El Ibiza ofrece un tacto general más sólido, más enfocado a disfrutar de la conducción. Así, tanto la dirección como el cambio muestran más rapidez y precisión, con recorridos más cortos en la palanca que en el Baleno.
En el interior, a pesar de la similitud de cotas exteriores, el Baleno tiene ventaja en capacidad de maletero —355 litros frente a 292 del Ibiza— y también en espacio para las piernas de los pasajeros traseros. Un interior más espacioso que el del modelo español que quienes vayan a utilizarlo con cuatro o cinco personas a bordo con frecuencia sin duda agradecerán. No son diferencias enormes lógicamente, pero cualquier centímetro extra en este tipo de coches se deja notar más de lo esperado.