Es una de las marcas de automóviles que más está dando que hablar en los últimos meses, y no precisamente por el éxito de sus modelos o por el récord de ventas que se le presuponía en sus inicios. Uno de los principales analistas del sector, Adam Jones, de Morgan Stanley, ha explicado a sus clientes en una conferencia telefónica filtrada a los medios de comunicación y que recoge Efe que Tesla está pasando de ser un "caso de crecimiento a otro de crédito problemático y reestructuración".
Jonas destacó que, mientras que Tesla está ingresando 500.000 dólares por cada uno de sus 49.000 trabajadores, compañías tradicionales como Ford y General Motors (GM) ingresan 850.000 dólares. Una diferencia que es fruto de los problemas de producción de la marca californiana, cuya infraestructura estaba prevista para producir un millón de vehículos al año pero que en realidad está fabricando una tercera parte.
Por ello, en estas últimas semanas Tesla está incrementando el ritmo de producción y ha alcanzado ahora una media de 900 unidades al día de su principal modelo de volumen, el Model 3. Elon Musk, el fundador de la compañía, trasladó este mensaje a sus empleados para animarles a lograr los objetivos previstos, que pasan por llegar a las 7.000 unidades a la semana. Y es que el Tesla Model 3 pasa por ser uno de los principales clavos a los que se agarra la marca para tratar de salir adelante, un modelo que inicialmente iba a ser vendido desde los 35.000 dólares y en volúmenes muy elevados pero que ha visto como la producción no alcanzaba las previsiones y el precio de venta subía más de lo deseado.
Mil unidades diarias
Tesla ha recibido más de 50.000 nuevos pedidos netos en el actual trimestre y, para superar el récord de 90.700 entregas, alcanzado en el cuarto trimestre de 2018, la compañía tiene que producir de forma sostenida 1.000 unidades del Model 3 al día. El mensaje de Musk a los empleados de Tesla se produce cuando las acciones de la compañía han perdido valor de forma sostenida durante las últimas semanas ante las dudas sobre el futuro del fabricante de vehículos eléctricos de lujo.
Y es que Musk anunció la semana pasada a sus empleados la necesidad de recortar de forma drástica los gastos de la compañía por sus problemas de liquidez poco después de que Tesla consiguiese 2.700 millones de dólares a través de una oferta de acciones y emisión de bonos. Advirtió a sus empleados de que los 2.200 millones de dólares líquidos con los que la compañía cerró el primer trimestre es mucho dinero pero que al ritmo de gastos del primer trimestre la empresa sólo cuenta con diez meses para alcanzar el punto de equilibrio.
Por ello, a partir de ahora los gastos de la compañía serán personalmente revisados por el nuevo director financiero, Zach Kirkhorn, y por el propio Musk. "Es duro, pero es la única forma para que Tesla sea sostenible financieramente y tenga éxito en nuestro objetivo de ayudar a hacer el mundo sostenible medioambientalmente", añadió Musk en el mensaje filtrado a los medios de comunicación.
Las malas noticias también afectan al lado técnico de la compañía, quizás su principal punto fuerte. Y es que Consumer Reports ha publicado un análisis del nuevo sistema de conducción semiautónoma Autopilot, que concluyó que provoca "graves preocupaciones de seguridad". En concreto, el análisis señala que la función Navigate de Autopilot, que está diseñada para la conducción en autopistas, tiene una actuación peor que si el vehículo estuviese manejado por una persona. La función que permite cambiar de carril sin la intervención del conductor "no dejó suficiente espacio a algunos coches e incluso los adelantó sin respetar las normas estatales", dijo Consumer Reports.