Que la actividad humana ha modificado la faz de la Tierra ya no hay quien lo niegue, aunque está en discusión si el cambio es suficiente para considerar que hemos entrado en una nueva edad geológica llamada Antropoceno. Ahora, un equipo de investigadores israelíes añade más argumentos a la discusión con un trabajo publicado en la revista Nature en el que aseguran que la producción y acumulación de objetos fabricados por el hombre (la denominada “masa antropogénica”) sobrepasa ya a la propia biomasa del planeta. En concreto, el equipo de Ron Milo estima que la humanidad produce más de 30.000 millones de toneladas al año de objetos e infraestructuras y que hemos superado las 1,1 teratoneladas que pesa la biomasa constituida por el resto de seres vivos.
A partir de una serie de complejos cálculos, los autores afirman que en los últimos 150 años los seres humanos hemos duplicado la producción de edificios, carreteras y objetos cada 20 años y que el salto ha sido especialmente notable a partir de 1900, cuando se calcula que esta biomasa antropogénica representaba tan solo un 3% respecto a la biomasa global. El hecho de que hayamos contribuido a la disminución de la propia biomasa ha hecho que estas dos líneas se crucen, según sus resultados, en torno al año 2020, con una incertidumbre de ± 6 años. “Mediante este contraste de la masa producida por el hombre y la biomasa a lo largo del tiempo”, explican, “presentamos una dimensión adicional de la preponderancia humana en la Tierra y aportamos una caracterización visual y simbólica del Antropoceno”.
Para sus cálculos, los autores han considerado únicamente los objetos sólidos inanimados generados por los humanos, sin tener en cuenta los que han sido desechados o demolidos ni la propia masa que representan las personas vivas, que se considera parte de la biomasa general de la Tierra. En los últimos 5 años, afirman, la producción de 30 gigatoneladas al año de este material equivale a producir por cada persona viva el doble de su masa en objetos cada semana. Este proceso se ha acelerado a partir del año 1950, durante la llamada “Gran Aceleración”, asociado a un aumento espectacular de la producción y consumo que ha dejado su huella en la naturaleza. La mayor parte de esta nueva “masa antropogénica” está constituida por edificios y carreteras, aunque ha habido pequeñas variaciones en el material que la constituye, con un aumento muy notable del uso del cemento y del asfalto en las últimas décadas. Respecto a la producción de plástico, los autores aseguran que su producción global es ya mayor que la masa de todos los animales terrestres y marinos combinada.
Los investigadores hacen también una estimación y calculan que, de seguir la tendencia actual, alrededor del año 2040 los humanos superaremos las 3 teratoneladas de material producido por nosotros en el planeta, un impacto que se suma al que ya hemos producido mediante otros procesos como la agricultura y la ganadería. Aunque las personas constituimos solo el 0,01% de la biomasa, el crecimiento de nuestra población y nuestra actividad ha modificado los ecosistemas hasta alterar el equilibrio en todos los ámbitos. Varios estudios recientes indican igualmente que la biomasa compuesta por vertebrados salvajes ha pasado a ser una porción ínfima dentro del planeta respecto a la ingente cantidad de ganado que criamos para alimentarnos o vestirnos. Todo esto, unido a la sobrepesca y contaminación de los océanos, a que hemos acabado con una buena parte de la biodiversidad y a la alteración de la atmósfera y el ciclo del carbono, nos ofrece una imagen muy poco halagüeña de nuestro paso por el planeta
Referencia: Global human-made mass exceeds all living biomass (Nature) DOI 10.1038/s41586-020-3010-5