Los cachorros independentistas siguen campando a sus anchas en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona. Al más puro estilo comunista de los CDR y fascista de las camisas pardas, entienden que el campus es suyo y que no puede albergar más ideología que la de la CUP, la de ERC o la de Junts. El resto debe ser perseguido como se hizo en la noche de las cristales rotos…
Al día siguiente de que el Supremo sentenciara que en Cataluña no se cumple la ley que obliga a dar un mínimo de un 25% de las clases en castellano y de que se hiciera viral el vídeo desesperado de una alumna andaluza de Enfermería denunciando a un profesor que se niega a hacer exámenes en la lengua oficial del Estado –como marca la ley- los jóvenes nazis independentistas han vuelto a dar muestras de su intolerancia atacando un acto de una asociación juvenil en defensa de la Constitución.
S'ha Acabat! - Joves per la defensa de la Constitució una asociación juvenil española de ámbito territorial catalán y con presencia en otras comunidades, ha vuelto a ser el objeto de la violencia en la Universidad Autónoma. Esta vez, han tenido más suerte: la Policía Autónoma les ha defendido.
El pasado 6 de octubre, un grupo de radicales separatistas reventaban su carpa informativa en el campus sin que el rectorado permitiera la entrada de los Mossos. Una actitud que califica al vergonzante rector independentista que rige, desde hace poco más de un año, los destinos de una institución que debía ser punto de encuentro de libertades.
La universidad y el rector 'indepe'
Javier Lafuente ha cumplido el pasado día 28 su primer aniversario como rector de la UAB. Preside también la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), que suma decenas de comunicados institucionales en defensa de los líderes independentistas y que pidió públicamente la liberación de Carles Puigdemont tras su breve detención en Cerdeña.
A los estudiantes constitucionalistas catalanes de la UAB así como a los del resto de España –como denunció la estudiante andaluza ayer- nadie les defiende en la Universidad barcelonesa. Desgraciadamente, tampoco, como se ha visto este miércoles, les defiende el Gobierno de España, que se lava las manos y no piensa hacer cumplir la sentencia del Supremo sobre el español en las aulas catalanas, dando vía libre a la insumisión de la Generalitat, que ya ha anunciado que no piensa cumplir la sentencia del Supremo que obliga a dar un 25% de las clases en castellano.
No es casualidad, ni mucho menos, que mientras por la mañana los estudiantes constitucionalistas son acosados, por la tarde se vayan a aprobar los presupuestos, vitales para Sánchez, y en los que depende del voto de ERC.
Con este panorama de acoso y señalamiento, actitudes como las de S’Ha Acabat! recuerdan a las que profesores y estudiantes tuvieron que vivir y sufrir en la Universidad pública vasca en lo más duro del acoso de ETA, cuando aparecían las dianas en los ascensores y profesores daban clase escoltados. Lo reviven estos días Eduardo Madina y Borja Semper en su libro “Todos los futuros perdidos”.
Recuerda a lo que profesores y estudiantes tuvieron que vivir y sufrir en la Universidad pública vasca en lo más duro del acoso de ETA, con dianas en ascensores y profesores escoltados. Lo cuentan estos días Eduardo Madina y Borja Semper en su libro “Todos los futuros perdidos”
Ahora mismo, hoy y ayer, y posiblemente mañana, se está viviendo lo mismo en una universidad en medio del silencio cómplice y la indiferencia pastueña de la sociedad barcelonesa, catalana y española. ¿Habrá que esperar años a que lo escriba alguno de los estudiantes o profesores que sufre el acoso de estos nazis -con la aquiescencia de las autoridades universitarias y del Estado- para que nos escandalicemos?
Estamos a tiempo de evitarlo denunciando y dando el apoyo a todas estas asociaciones de valientes que ahora son señalados, insultados y golpeados por haber cometido el ‘delito’ de defender su derecho a la educación y a la libertad de expresión en un campus universitario. Está claro que las autoridades universitarias, catalanas y españolas, hoy por hoy, no van a defenderles.