La mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso el próximo 4 de mayo depende de la participación y, sobre todo, de la movilización en los “barrios de las piscinas”: los PAU del norte de Madrid capital que, hace dos años, se volcaron con Ciudadanos. Los profesionales de cuarenta años, con al menos un hijo, que viven en los distritos de Barajas, Hortaleza y Fuencarral-El Pardo, y más concretamente en las urbanizaciones de Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro o Valdebebas son el objeto de deseo de la sala de máquinas de Sol porque saben que de su voto puede depender que Ayuso gobierne, incluso, en solitario.
Narciso Michavila, director general de la empresa de demoscopia GAD3, asegura que “con un récord de participación” será “más que probable” la mayoría absoluta de Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid y su entorno aseguran que “el ambiente que se vive en la calle y que al menos nosotros percibimos, es ése: todos los ciudadanos tienen incluso planificado cuándo irán a votar”. Algo que alguna de sus rivales en Ciudadanos califica del "síndrome del candidato en campaña: solo escucha a los que le aplauden, no a los que se callan".
Michavila cifra en el 74% el umbral de esa participación para poder aventurar la ansiada mayoría absoluta que busca el PP en Madrid. Incluso, y según dicen en Sol, “nos bastaría con superar los 60 diputados para exigir a Vox un apoyo desde fuera, sin entrar en el Gobierno”. Ese es el deseo también que la presidenta verbalizó en la entrevista de este viernes con Vozpópuli.
En realidad, lo que buscan desde Sol es movilizar al electorado naranja de 2019 que, solo en Madrid capital, obtuvo 310.742 votos (el 19,21% de los sufragios válidos) y que en esta cita con las urnas están huérfanos. Prácticamente ninguna encuesta –ni los sondeos internos de los partidos- dan a Ciudadanos la posibilidad de llegar al ansiado 5% que les permitiría entrar en la Asamblea. “Movilizar esos votantes y que no se queden en casa nos acercará mucho a la mayoría absoluta”, dicen en la campaña de Ayuso.
En Valdebebas, por ejemplo, el de más reciente creación y que está aún en construcción, Ciudadanos llegó a duplicar los votos del PSOE
Y si miramos los resultados de 2019, comprobamos que los mayores porcentajes de apoyo a Ciudadanos se dieron en los distritos de Hortaleza y Barajas, donde ganaron por encima del PP y del PSOE, y en el de Fuencarral-El Pardo, donde fueron segundos tras los populares pero por encima del 21% de los votos válidos.
¿Sacará el champán Ayuso?
Michavila asegura que los triunfos “históricos” del PP en 2007 y 2011 se produjeron con una “altísima participación”, y que el mismo domingo podrá decir, con los datos de la abstención de las seis de la tarde, “quién tiene que sacar el champán o dejarlo en la nevera”. Aunque anticipa que habrá “un récord de participación” –a lo que contribuirá que sea un día laborable después del puente de mayo, que habría dejado a gente en casa- y describe como ‘clave’ los PAU de las piscinas.
En 2019, Ciudadanos ganó en el distrito de Barajas (25,29% de los votos) –Alameda de Osuna, Coronales- y en Hortaleza (24,87%), donde se ubican Sanchinarro y Valdebebas. En este último barrio, por ejemplo, el de más reciente creación y que está aún en construcción, Ciudadanos llegó a duplicar los votos del PSOE.
En el distrito de Fuencarral-El Pardo, donde ganó el PP con el 27,02% de los votos, Ciudadanos fue segundo con el 23,39%, por encima del PSOE (22,89%). Sin embargo, los naranjas volvieron a ganar en los PAU del distrito: fueron primeros en Las Tablas y en Montecarmelo.
Con Ciudadanos rondando ahora el 3%, la clave está en la movilización de esas decenas de miles de votantes y hacia dónde se inclinarán. Los demóscopos aseguran que son profesionales liberales, cercanos a los 40 años, con uno o dos hijos, partidarios de la educación concertada y la libre elección de centro y que buscan la “seguridad de sus urbanizaciones”. Son la “generación de las piscinas”.
En Sol son muy conscientes de que la ansiada mayoría absoluta en solitario –o al menos, superar los 60 escaños- depende de movilizar a esa “generación de las piscinas” que apostaron por Cs y este 4-M se sienten desamparados
El director de GAD3 está convencido de que si la participación el 4-M en esos barrios está en sintonía con el resto y es elevada –es decir, no hay desmovilización en los antiguos feudos naranjas- la mayoría absoluta para Ayuso estará asegurada. ¿Y no hay posibilidad de que se movilicen para votar, por ejemplo, al PSOE de Gabilondo? Según el demóscopo, ni siquiera el CIS de Tezanos, que siempre “se equivoca” hacia el mismo lado, ha sido capaz en su último estudio de detectar ese posible trasvase de votos naranjas al PSOE: analizando el voto de Ciudadanos, por cada voto que logra retener Edmundo Bal, cuatro pasan a Ayuso y ninguno al PSOE.
De momento, y antes de entrar en la campaña oficial, Ayuso ya se ha ido a Valdebebas a inaugurar un nuevo puente y a anunciar, frente a su Hospital Zendal, todas las mejoras en transporte y comunicaciones –metro, autobús eléctrico- para el barrio de Valdebebas. En Sol son muy conscientes de que la ansiada mayoría absoluta en solitario –o al menos, superar los 60 escaños- depende de movilizar a esa “generación de las piscinas” que apostaron por Ciudadanos y este 4-M se sienten desamparados.