Opinión

La crueldad separatista

Leo en titular que "Carles Puigdemont cree que los presos de ETA sufren vulneración de derechos" y me pregunto dónde quedan los derechos de todos aquellos que murieron asesinados por

  • Arnaldo Otegi, el coordinador general de EH Bildu. -

Leo en titular que "Carles Puigdemont cree que los presos de ETA sufren vulneración de derechos" y me pregunto dónde quedan los derechos de todos aquellos que murieron asesinados por los terroristas, y, sobre todo, me pregunto por qué el independentismo catalán, rozando la crueldad, se muestra tan afín a aquellos asesinos que se mancharon las manos de sangre y sumieron en el miedo y el dolor a los vascos y, por extensión, a todo el país. Creo que a muchos de los votantes independentistas tampoco les place ver cómo sus líderes acuden a manifestaciones en favor de los presos de ETA, y se rodean de gente partidaria de la causa de estos criminales, como hizo Oriol Junqueras a los pocos días de ser indultado. Harían bien en alejarse de lo que queda de ETA y velar por reparar el daño causado. 

No existe argumento que haga posible aceptar el vínculo que se teje cuando los independentistas amparan causas que tienen algún tipo de relación con la banda asesina. Cuando la política sigue sin trazar una férrea línea roja entre sus anhelos de independencia, como defienden partidos legítimos en Euskadi y Cataluña, y lo que ETA significa, el separatismo se convierte en una causa con tintes de inmensa crueldad. Hay pensar más en los muertos, en las víctimas, en sus familiares y amigos aislando a todo aquello que esté salpicado por la sangre y el terror. ¿Se arrepienten los presos? ¿Harían por acercarse a los familiares de los que un día asesinaron a pedirles perdón? ¿Muestran algún grado de conmiseración los simpatizantes y los próximos a la banda terrorista con las viudas, hijos, familiares de aquellos a quienes asesinaron? ¿Les ayudan de algún modo, les han podido decir un lo siento? Aunque estas víctimas ya ni quieran ni necesiten, ¿darían el paso? Sólo reconociendo el dolor y el daño causado se puede empezar a reconstruir una sociedad golpeada por el terror sembrado por estos criminales.

Lecciones de Derecho

No tienen nada que ver los políticos presos por el 'procés' con los etarras presos. No se entiende porqué algunos siguen mostrando ostensiblemente su simpatía por ellos. No es lo mismo Oriol Junqueras que Javier García Gaztelu -asesino de Miguel Ángel Blanco-. No es lo mismo, por lo tanto no entiendo porqué líder como el de ERC, que ahora preside el partido que gobierna en Cataluña, puede acercarse a cualquier causa que tenga algo que ver con los asesinos. Respeto a cualquier partido que haya sido votado democráticamente pero jamás a aquellos que asesinaron supuestamente en aras de un proyecto independentista. Esto deberían tenerlo en cuenta sus correligionarios catalanes. Puigdemont no puede dar lecciones de Derecho o de cumplimiento de la legalidad dado que no ha predicado con el ejemplo, como sí hizo Junqueras en su momento, al quedarse en Cataluña y acudir ante el Tribunal.

¿Cómo el independentismo catalán puede seguir sin marcar una clara línea roja con esos asesinos etarras?

Sólo hace unos meses que Arnaldo Otegui reconoció tímidamente el daño causado a las víctimas, mientras -sin condenar atentados- ha tenido alfombra roja en el Parlament de Cataluñaa. Verlo por los pasillos de ese recinto, en compañía de unos políticos que no se plantean la vía de la violencia, produce una sensación de impunidad. ¿Cómo el independentismo catalán puede seguir sin marcar una clara línea roja con esos asesinos etarras? Euskadi y Cataluña pueden simpatizar por proyectos políticos comunes, pero siempre lejos de ETA y de lo que representa. De hecho, bien haría Cataluña en ver cómo el País Vasco es, junto con Asturias, la comunidad que más dinero invierte en sanidad y seguir sus pasos. La sanidad es materia transferida y muy contentos no están del sistema los catalanes ni con la atención primaria ni sanitaria en general: listas de espera, etc. 

Los niños de ahora desconocen lo que fue ETA y lo que significó, pero debe aún repararse el daño causado a sus víctimas, sus familiares y sus amigos. A ver si Sus Majestades de Orienta ejercen su magia y convierten a los políticos destructores en constructores, en reparadores, que buena falta nos hace. Cuídense.

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