Dos semanas han transcurrido desde que entró en vigor la mal llamada ley de bienestar animal y el resultado es peor aún de lo esperado: los abandonos de mascotas han aumentado de manera estrepitosa y en algunas comunidades, como la valenciana o la balear, los centros de recogida de animales ya no dan abasto.

Nunca he entendido que alguien pueda abandonar sin más a su mascota, pero después ves que a una señora le pusieron la multa más baja, de 500 euros, por dejar atado a su perrito a la puerta de la farmacia donde había entrado a comprar, y entiendes que si te sancionan con los 10.000 euros que se estipulan como máximo para ese delito tan grave, algunos ni se lo piensen.

No dejo de preguntarme dónde está el bienestar animal, mientras veo únicamente medidas con afán recaudatorio y que exigen cosas tan lógicas como que cualquier propietario de iguanas, aunque las tenga legalmente registradas, se denuncie a sí mismo y las entregue. Para los que sois profanos en el tema, os adelanto que esto supone con toda probabilidad la muerte del animal a los pocos días, ya que no hay ningún centro público especializado en reptiles en toda España.

Ione Belarra estará muy contenta, ya que con su ley no ha puesto violadores en la calle. Sin embargo, lo que ha puesto es todo tipo de animales, en su mayoría perros de los considerados potencialmente peligrosos, por el miedo y la imposibilidad de sus propietarios a cumplir las exigencias de la absurda ley. Recordad esto en los meses venideros, cuando comiencen a incrementar los ataques a niños y adultos, por parte de perros callejeros. No teníamos suficiente con el tonto esférico, (igual de tonto lo mires por el lado que lo mires), que adquiere un perro de una raza poderosa y no se queda contento hasta que lo desequilibra y convierte al mejor amigo del hombre en una bomba de relojería, sino que ahora tenemos multitud de tontos esféricos abandonando a estos perros por doquier.

Seguimos haciendo campaña contra toda esa gente que vive las 24 horas dedicada a criar animales sanos, estables, equilibrados, con una adecuada sociabilización y, sobre todo, muy queridos

Hay cientos de cuestiones absurdas que contempla la ley, cosa que no es de extrañar cuando para redactarla han rechazado todas y cada una de las 70 proposiciones realizadas por el presidente del Colegio de Veterinarios de España, sin ir más lejos.

"No compres, adopta", nos dicen hace tiempo. Y el mensaje cala, como todo mensaje que sale de quienes solo saben hacer políticas desde el márquetin. De vez en cuando se desmonta un criadero ilegal, porque desalmados que utilizan a los animales para lucrarse hay en todas partes, empezando por los mismos que han sacado esta ley, y el ciudadano asocia directamente al criador de animales con el mal. Lo de que era ilegal es lo de menos.

Así que seguimos haciendo campaña contra toda esa gente que vive las 24 horas dedicada a criar animales sanos, estables, equilibrados, con una adecuada sociabilización y, sobre todo, muy queridos. Solo tienes que visitar cualquiera de estos centros para comprobarlo. Hay uno muy conocido en Barcelona, especializado en una raza en concreto de perros de guardia, que ha recibido cinco inspecciones en un solo mes y, a pesar de ello, ni una sola sanción. Es un acoso constante lo que sufren estos profesionales. En lugar de enorgullecernos de contar con el centro de referencia internacional para la compra de esa raza de perros, los criminalizamos.

Yo siempre he adoptado. Ya van ocho compañeros peludos en los últimos 35 años. Y jamás pagué por una adopción. Ahora la ley no solo establece unas tasas que hay que pagar a las protectoras por adoptar a un animal, sino que si lo recoges de la calle, puedes ser sancionado hasta con 50.000 euros por apropiación indebida. Con esta ley, yo solo habría adoptado a cuatro.

Si la protectora te da un animal en adopción y resulta que lo quieres devolver porque, por ejemplo, es un perro agresivo que te ha metido un bocado y te ha arrancado medio brazo, llevarlo a la protectora se considera abandono

Ahora bien, si te cuelas en una finca o una granja y la okupas, el dueño no puede entrar ni para alimentar a sus propios cerdos, gallinas y perros y a ti la policía no te echa. Que denuncie el buen hombre y que se resuelva el caso dentro de unos añitos, cuando a lo mejor ya no queda ni un bicho vivo. No me lo invento, esto fue noticia hace unos días. Otra noticia que se suma a la larga lista de cosas que se hacen en este país para perjudicar al trabajador y beneficiar al delincuente. Pero no pasa nada, luego nos hacen un poquito de márquetin del bueno, de ese que dice que luchan por el obrero, y todos contentos.

Pero oye, que no compres, adopta. Aunque ten cuidado con dónde lo haces. Algunas protectoras presentan unos contratos leoninos. Cuando leas el párrafo que dice: "si abandonas al animal tendrás que abonar a la protectora la cantidad de … euros" no pienses que no va contigo, que tú nunca lo abandonarías. Parece ser que si la protectora te da un animal en adopción y resulta que lo quieres devolver porque, por ejemplo, es un perro agresivo que te ha metido un bocado y te ha arrancado medio brazo, llevarlo a la protectora se considera abandono, así que para que te "readmitan" al perro, algunas te cobran entre 500 y 3.000 euros. Da igual que les digas que lo tienes encerrado en una habitación por puro terror: si no hay cheque, te comes al perro de Satán.

Seguro que todavía hay quien piensa que de algún modo tienen que compensar los gastos de los animalillos... Pero ahora es cuando te cuento que muchas protectoras ya están recibiendo ayudas y subvenciones del Estado. ¿Y si te digo que alguna hay que recibe más de un millón de euros al año? ¿Y que aún así tienen voluntarios que van totalmente gratis a limpiar los excrementos de los animales, a ponerles agua y comida y a hacerles cuatro cariños, simplemente por devoción hacia los animales? ¿Crees que si supieran lo que cobran esas protectoras seguirían limpiando meados de perro por amor al arte?

Esta ley ha conseguido crear más chiringuitos que van a vivir a costa de los ciudadanos y de sus impuestos, aumentar de manera vertiginosa las cifras de abandono, dejar a los veterinarios con el culo al aire con la eutanasia de animales (cuyos requisitos son muy severos a pesar de que para los humanos son laxos), perjudicar a ganaderos, a criadores y a vendedores y considerar a los propietarios como objetivos para sancionar y recaudar.

Lucrarse a costa del sufrimiento animal y convertir la adopción en negocio es uno de los puntos más sucios que podía anotarse este Gobierno

Cambiemos la frase: adopta o compra, pero no abandones.

Porque lo grave de todo esto y lo que se le ha olvidado a la señorita Belarra es el maltrato y el abandono. Si no hubiera abandonos, no habría adopciones y no existirían centros de recogida de animales ni protectoras. Y si quisieras tener una mascota, la tendrías que comprar. Entonces los criadores serían una figura necesaria y esencial.

Pero tenemos una ley con la que, curiosamente, aumenta el abandono mientras convierte en un negocio muy lucrativo a las protectoras. Lucrarse a costa del sufrimiento animal y convertir la adopción en negocio es uno de los puntos más sucios que podía anotarse este Gobierno.

Gracias, señorita Ministra, por demostrarme una vez más con su ineptitud que nunca debieron sacarla a usted ni a su cuadrilla del polígono donde las encontraron.

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