No cabe duda de que si Franco no hubiera existido habría que inventarlo. Nunca un chivo expiatorio (el mejor amigo del hombre, Rodríguez Braun dixit) tuvo un nombre tan propio como éste de Franco. Casi medio siglo después de su muerte, Franco tiene la culpa de todo, por acción o por omisión, para bien o para mal. No cabe duda.
Por acción u omisión dolosa sirve para justificar por qué a pesar de los denodados esfuerzos de nuestra clase dirigente por alcanzar el Paraíso en la Tierra, esto no ha sido posible. Franco dejó puestos todos los palos en todas las ruedas que conducen al progreso y después de casi cincuenta años les sobran palos que quitar, y les falta tiempo para retirarlos, a nuestros progresistas y nacionalistas patrios. Ni echándole de su tumba se alcanzan los objetivos pretendidos. Han seguido con José Antonio. El próximo capítulo será sacar a los reyes de España del pudridero de El Escorial.
Y así Franco es el culpable de que la economía, por ejemplo, crezca menos que en la mayoría de los países que nos sirven de comparables, el paro sea el más alto de la OCDE o sigamos sin encontrar un adecuado encaje a la diversidad de España en el momento de la Historia en que los españoles son más homogéneos que nunca, por mor de las mejoras en el transporte y las comunicaciones.
Si están peor ahora, cuarenta y ocho años después de la muerte de Franco, no es por falta de oportunidades en muchos casos, sino porque no las aprovecharon, o les faltó talento
Luego están los que confunden el bienestar de su infancia con la acción benéfica de Franco y olvidan el esfuerzo de sus padres. A estos habría que decirles que no era Franco, eran papá y mamá. Gente que ya no cree en los Reyes Magos, pero que sigue creyendo en Franco, y no recuerdan que sus padres nunca fueron cicateros con el esfuerzo para sacar una familia numerosa adelante. Padres que aprovecharon unas circunstancias que eran en conjunto peores que las de ahora porque no exigían lo que habían tenido de niños, por mucho o poco que fuera y que siempre es fruto del esfuerzo de otros. Si están peor ahora, cuarenta y ocho años después de la muerte de Franco, no es por falta de oportunidades en muchos casos, sino porque no las aprovecharon, o les faltó talento, y esperaron todo del Estado, que no los satisfizo, o de Franco, que no resucitó.
Atado y bien atado
No son peores estos, los que esperaban la resurrección de Franco, que los que se creyeron que la culpa de sus males era porque el dictador lo dejó todo tan atado y bien atado como para que no pudiera cambiar nada. Tampoco una suerte por la que no lucharon. Una suerte que confiaron a una clase política encantada del argumento de que todo dependía de ellos, para que nadie hiciese nada sin esperar su permiso, tal y como ocurría, según dicen, en tiempos de Franco.
John Fitzgerald Kennedy acuñó la conocida frase “no pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú país”. Aplicada a las circunstancias españolas, la frase bien podría ser: no te preguntes qué pudo, o no pudo, hizo o no hizo Franco por ti. Pregúntate si puedes olvidarte ya de Franco y exigirte a ti primero y a tu clase política, después, dejar de poner excusas para hacer cada uno lo que tenéis que hacer.
Veinte años no es nada, pero cincuenta comienzan a ser muchos.
Variopinto
La del chico expiatorio es muy buena. Y, además, para desconocimiento de quienes se consideran progresistas, es una expresión muy acertada. Siguen buscando en el pasado cualquier excusa para todos los desaguisados que estar armando en el presente. En esto consiste en progresismo populista. Igualito que en Argentina. Y sobre la economía española, no se preocupe. Reproduciendo algo escrito con fina ironía que leí por ahí, insisto, no se preocupe, que estamos otra vez a punto de entrar en la champions league de la economía mundial.
Hermenegildo
O sea, las medidas económicas aplicadas por los distintos gobiernos de Franco no tuvieron nasa que ver con que España diera entonces el mayor salto económico de su historia. Todo es mérito de papá y mamá, que eran muy trabajadores y abnegados. ¿Acaso en Cuba no hay personas también trabajadoras y anegadas? ¿Por qué Cuba está hundida en la miseria?
Servidor
Vizcaíno Casas ya se reía en los años 70 de cómo se echaba la culpa de todo a Franco. Si le llegamos a decir que en 2023 la cosa iba a estar peor, habría flipado. Asco de país. PD: la obsesión de la izquierda es que, por mucho que manipulen, la historia reivindica a Franco, cuya figura emerge de manera imparable.
Aquiles
Mis padres con 30 años tenian tres hijos , piso en la ciudad , coche y poco despues un apartamento en la playa .....YO tambien los tuve ....mis hijos estan con cerca de 30 años viviendo en Casa porque el sueldo NO da para emanciparse ....cosa que en la segunda legislatura de Aznar estaba ya mas que hecho con 24 años , poder emanciparse !!!
Susanam
El franquismo puso las condiciones pata que la gente pudiera prosperar
Norne Gaest
Sr. Manso, me alegro que escriba en VP La izquierda necesita resucitar o culpar a Franco constantemente. Lo mismo que dividir entre izquierdas (lo bueno, la justicia) y derechas (los ricos y la carcundia), entre progresistas (ellos, el progreso) y reaccionarios (lo otros, lo etrógrado). Si esas pancartas con las que machacan las mentes, no serían nada, o algo residual. La izquierda, pues, vive del engaño, es una superchería. Y así consiguen confundir a jóvenes y mayores, y ganar elecciones y acomplejar a la derecha moderada.. El socialismo (no digamos el subproducto socialista llamado comunismo), por experiencia histórica o actual, ni trae progreso, ni libertad, ni democracia. Ni igualdad. Pero en países avanzados (los nórdicos, parece que también en Portugal) , la socialdemocracia gobierna respetando las reglas de juego. En España no, por desgracia. En España la izquierda utiliza la libertad y el capitalismo para enriquecerse ellos, parasitar, dar pelotazos, clientelizar, etc., pero luego quiere el poder en exclusiva, no respeta las reglas de juego, mientras mutilan la separación de poderes, la libertad de pensamiento e investigación (véase las leyes de memoria histórica y democrática), la independencia de las instituciones y organismos varios, etc. O sea, que la izquierda española no ha aprendido a ser democrática, pese a que hicieron imposible la segunda república, provocaron la guerra civil y padecieron la dictadura de Franco. La izquierda y vive del engaño y la propaganda, y en eso es muy profesional, lo hace bien, para nuestra desgracia: son capaces de ganar votos incluso tras años de continúas fechorías, como ha hecho Sánchez. Y como no les importa venderse al diablo ( el nazionalismo) pues así estamos ahora y colonizan y joden todo lo que tocan, pues así estamos ahora,, en una postración de la que no sabemos como salir.