1)El diputado ultranacionalista Jaume Asens, adalid del independentismo en el primer Gobierno municipal de Ada Colau, y uno de los militantes del orbe podemita que más han porfiado en criminalizar la acción del Estado de Derecho contra ETA (vean si no sus tribunas, escritas al alimón con Gerardo Pisarello, sobre el macrosumario 18/98, la doctrina Parot, el posterrorismo o la operación Mate) dijo que, tras las intervenciones de PP y Cs, a los diputados de Vox ya sólo les quedaba sacar las pistolas. Tras sus palabras apenas se oyó un leve rumor, es de suponer que procedente del gallinero, cuando lo que hubiera debido oírse es, en primer lugar, una advertencia por parte de la presidenta del Congreso, catalana flor, y en segundo lugar, la protesta airada de, cuando menos, los diputados de Cs y PP. Tal vez hubiera algún que otro aspaviento, pero la realización, no sabemos si por torpeza o ánimo de censura, no mostró las reacciones.
El diputado ultranacionalista Jaume Asens sacó a relucir las pistolas en referencia a Vox. La presidenta del Congreso hizo como que no había oído
2)Santiago Abascal tuvo en su mano subrayar el hecho, insólito donde los haya, de que un filoterrorista se permita tildar de pistoleros a quienes tienen en sus filas a conspicuas víctimas del terrorismo. En lugar de eso, ensayó una inédita, extemporánea pincelada: “Un diputado comunista ha dicho que bajaríamos con las pistolas a esta tribuna y lo ha hecho instantes después de reivindicar a Indalecio Prieto que en 1934 sacó una pistola en este hemiciclo y amenazó al diputado Jaime Oriol. Como siempre, la doble vara de medir”. Durante su discurso, por cierto, sólo permanecieron en su asiento dos secretarios de la mesa: Patricia Reyes y Adolfo Suárez.
3)En el intento de imponer un marco semántico a sus rivales, Albert Rivera incrustó en su hilo los hashtags ‘plan Sánchez’ y ‘banda’. Según el recuento efectuado por el eldiario.es, Rivera pronunció 80 veces ‘plan’ y 20 veces ‘banda’. Así y todo, el punto más grotesco de su intervención fue la escenificación de un (auto) homenaje a Edmundo Bal, uno de los soldados de su guardia pretoriana. “En cuanto Albert nombre a Edmundo, empezamos a aplaudirle, y entonces Edmundo se pone en pie y nos da un cabezada”. El teatrillo, en efecto.
4)El presidente de C’s también se refirió a la sala donde supuestamente negociaban el PSOE y UP como la ‘habitación del pánico’, en alusión a la cámara blindada y normalmente oculta con que cuentan algunos pisos para que sus propietarios se refugien en caso de asalto.
5)Las flores que portaban los diputados de ERC llevan por nombre margaritas.