“Otegi dice que lleva toda la vida hablando con el PSOE. Los PGE de Sánchez no sólo están manchados de déficit. Ahora además están manchados de vergüenza y de sangre”. El consejero de Justicia, Interior y Víctimas del Gobierno madrileño, responsable de Justicia del PP nacional y exmagistrado del TC, Enrique López, reaccionaba así al anuncio de que Bildu iba a aprobar las Cuentas del Gobierno. López, por cierto, es el encargado de negociar entre bambalinas con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de ese mismo Gobierno que pacta con Bildu, la reforma del Consejo General del Poder Judicial. De momento, se ha congelado.
Ahora que está tan de moda 'Patria', la fantástica serie inspirada en el no menos bueno libro de Fernando Aramburu, no está de más recordar que lo que se narra allí no es ficción: que ETA mataba no solo porque los Joxemari de turno apretaban el gatillo, sino porque siempre hubo y hay Joxean que miran para otro lado y callan y Arnaldos que recogen las nueces del árbol que ellos mismos sacudieron.
Otegi ha evolucionado, sí. Ha pasado de ser el “hombre de paz” para José Luis Rodríguez Zapatero a negociar como socio preferente con el vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez. El mismo día que se conocía que los asesinos de Alberto Jiménez Becerril y su esposa eran acercados al País Vasco, Pablo Iglesias y Arnaldo Otegi se felicitaban de que Bildu iba a bendecir los Presupuestos.
Resuenan hoy las palabras de la madre de Joseba Pagaza a Patxi López: "Dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre... A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!"
Bildu era elevado a la categoría de partido de Estado, para desesperación del PNV –que ve peligrar así una condición reservada durante décadas para él por PSOE y PP a la hora de negociar contrapartidas- y en un intento de expulsar a Ciudadanos de la ecuación.
Las mentiras de las Cuentas
Miente el Gobierno cuando asegura que la oposición del PP a las cuentas le obliga a pactar con Bildu. Una simple suma –y la postura de Inés Arrimadas "de mano tendida para que no tengan que coger la de Bildu o la de ERC", cada vez más cuestionada dentro y fuera de sus filas- demuestran lo contrario. El PSOE, con UP más PNV y Cs así como los minoritarios de siempre suman la mayoría absoluta para aprobar las Cuentas sin ERC, JxCAT y, por supuesto Bildu. Por mucho que Vox y PP voten en contra. El Gobierno, por tanto, miente como mintió esta semana con el IVA de las mascarillas (Europa permitía por escrito bajarlo desde mayo) o con los PCR en origen (a los que se negó repetidas veces mientras Madrid los pedía y Europa los imponía).
Y mienten porque la estrategia de Iglesias –con el apoyo explícito del presidente del Gobierno- es apuntalar la legislatura con ERC y Bildu -la coalición 'Frankenstein' de la investidura- y alejar cualquier tentación de pacto con Ciudadanos y, si se tercia, propiciar el sorpasso de Bildu al PNV en el País Vasco.
Mientras esto sucede en Madrid y en el País Vasco, en el PSOE apenas se oye algún quejido. El de siempre, Guillermo Fernández Vara, lamenta el pacto con Bildu. El asturiano Adrián Barbón insiste en la mentira y acusa al PP de no dejar otra salida al PSOE que echarse en los brazos de los proetarras. Susana Díaz, fuera de la Junta y con el sanchismo moviéndole la silla de la secretaría general del PSOE andaluz, ya no puede frenar nada.
Los barones socialistas
Al menos, eso sí, le queda el desahogo: “Lo único que espero de Bildu es que pidan perdón a los españoles por el daño que le hicieron a este país, algo que todavía no han hecho en democracia", decía en Córdoba mientras Ferraz comenzaba su acoso bendiciendo la victoria de los antisusanistas en Huelva. ¿Cuánto le queda en el cargo antes de ir a llorar por el socialismo verdadero junto a los González, Guerra y compañía…?
Mientras los que defienden el papel protagonista de Otegi y Bildu en estas Cuentas argumenten que votar en contra es estar “en la foto de Colón” y se olviden de la foto de Hipercor, España tiene un problema"
Cuando comenzaba la negociación de Zapatero con ETA-Batasuna, se lo dijo la madre de Joseba Pagazaurtundúa, policía municipal y militante socialista asesinado por ETA, a Patxi López: “Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!". Hoy, quince años después, Otegi se sienta a la mesa con el vicepresidente del Gobierno, aprueba los Presupuestos Generales del Estado y el acercamiento de presos etarras se acelera. efectivamente, qué solos se quedan los muertos.
Mientras los que defienden el papel protagonista de Otegi y Bildu en estas Cuentas argumenten que votar en contra es estar “en la foto de Colón” y se olviden de la foto de Hipercor, España tiene un problema. Y si no, que vuelvan a releer o a ver ‘Patria’. Necesitamos más Bittori y menos Joxean.