Opinión

Periodistas en la mira de los comunistas

Comprenderán que para un catalán que defiende la Constitución, las listas negras no supongan ninguna novedad. Ser señalado, insultado o incluso agredido forma parte del precio que debes pagar por

  • El candidato de Unidas Podemos a las elecciones autonómicas del 4 de mayo, Pablo Iglesias. -

Comprenderán que para un catalán que defiende la Constitución, las listas negras no supongan ninguna novedad. Ser señalado, insultado o incluso agredido forma parte del precio que debes pagar por ello. Existe, además, saber que profesionalmente tienes todas las puertas cerradas, que van a impedirte trabajar en los medios catalanes – todos vendidos a las subvenciones o temerosas de ser acusadas de botiflers – y que ese señalamiento supone una auténtica muerte civil y laboral.

No es, repito, una novedad que otra ideología tanto o más totalitaria y antidemocrática que el separatismo opere con los mismos procedimientos. A Iglesias no le están saliendo bien las cosas y la única manera que tiene de intentar salvar sus posaderas es lanzarse a una campaña a la desesperada, deslizándose por la pendiente del insulto, el brochazo gordo, la descalificación y la demagogia. Tanto es así que incluso entre los suyos reina una preocupación cada vez mayor. No es esto, no es esto, dicen algunas dirigentas, y lo digo en femenino porque de mujeres se trata, no por un absurdo igualitario de cartón piedra.

En un vídeo que ha aterrizado como ladrillo en un estanque, los comunistas denuncian a una serie de periodistas acusándolos de que “ya han hablado mucho”, como si los únicos que pudieran hablar fuesen los del trapito rojo. Ahora, mucho cuidado. Esa misma advertencia se la hizo la Pasionaria a Calvo Sotelo en la última sesión del Congreso antes de que lo asesinaran. “Has hablado por última vez”, dijo. Por eso no hay que tomarse a broma las palabras de gentes que, por lo general, suelen siempre quedarse por debajo de sus auténticos propósitos cuando amenazan. Y si Rilke habla de la soledad en su poema Ich bin der Eine, soy el solitario, bien solos podrían sentirse los citados en ese repugnante spot que hace apología de la censura a la prensa libre. Federico Jiménez Losantos, Ana Rosa Quintana, Carlos Herrera, Susanna Griso. Paco Marhuenda, Vicente Vallés, Antonio García Ferreras y unos cuantos más son mostrados como auténticos enemigos públicos, como monopolistas de las informaciones. Poco recuerda Iglesias que tiene medios como La Última Hora para su mejor loa y halago, que controla buena parte de los informativos de TVE, que están a sus órdenes numerosos podemitas en Movistar, en la SER, en La Sexta, en lo País, en El Periódico, en tantos y tantos medios que, so pretexto de progresismo, se dedican a editorializar sus informaciones al servicio del sistema nefasto que Iglesias defiende.

El comunismo no sabe hacer otra cosa que vomitar rabia contra todo lo que suponga libertad. Intenta destruir todo lo que no puede controlar, es su ADN

Para traicionar, primero hay que tener sentido de pertenencia, decía el doble espía Kim Philby, así que no pediré a esa tropa de pijos progres que mediten su traición a la democracia que reina en nuestro país – aunque cada día un poco menos, la verdad– ni que sean leales a la Corona o a España. Porque nunca se han sentido parte de todo ello y si han disimulado es simplemente para poder medrar más y mejor. Si podría exigírseles que fuesen algo más inteligentes, aunque uno también comprende que no dan para más. Porque una buena estrategia sería dejar en paz a lo que trabajamos en libertad desde nuestros medios y pasar de nosotros olímpicamente. Pueden llamar a los neoconvergentes o a sus compis de Esquerra, con los que comparten admiración y pleitesía hacia Otegi y demás harka. Les dirán que aquí, en mi tierra, cuando se decide acabar con un opinador, lo que se suele hacer es ningunearlo y, si alguien menciona su nombre, encogerse de hombros a la vez que se escupe un seco “Ese ¿quién es?”. Pujol lo ejemplificó con “¿Pero que coño es esto de la UDEF?”. Lo que no se nombra, no existe. Hay que pasar la goma de borrar a todos los que no nos laman las botas, a la gente que no quiere refrescarse en un lavabo.

El comunismo no sabe hacer otra cosa que vomitar rabia contra todo lo que suponga libertad. Intenta destruir todo lo que no puede controlar, es su ADN. Visiono de nuevo el vídeo de los comunistas y luego lo hago con el de Ayuso. En el de la presienta se la ve a ella, con mascarilla, corriendo en chándal por Madrid. Tiendas y bares abiertos, gente que va a trabajar, respeto. Libertad, en suma. Ella jamás haría un spot de campaña en contra de nadie y menos de la prensa. ¿Saben por qué? Porque, además de ser una demócrata, es lista. Listísima. Seguid así, galapagarcillos. Le estáis haciendo la campaña a Ayuso. Y yo que me alegro.

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