Vivimos tiempos en los que todo el mundo se señala con el dedo acusándose de faltar a la verdad. Es casi una obligación ejercer de inquisidor con un mal día ante lo que afirme alguien que no piense como tú. “¿Y esto lo puedes demostrar? ¿Cómo lo sabes? ¿Qué fuentes utilizas?”. Eso, cuando no te intentan descalificar siguiendo lo que decía Larra – ¡qué poco hemos cambiado los españoles! – en uno de sus artículos, aconsejando a quien mantuviese alguna polémica en los papeles que se dejase de argumentos y fuera directo a la descalificación personal, pues es la manera más segura de vencer. Atendiendo a esto de la bulería, por lo de los bulos, es por lo tanto prudente y aconsejable huir de afirmaciones maximalistas y refugiarse en el, por otra parte, amable reino de las especulaciones. También te pueden dar la del pulpo, pero siempre será más suave el correctivo de los censores políticamente correctos porque, total, aquí especula hasta el más bobo.
Especulemos, pues, con la encuesta que ayer conocíamos hecha por GAD3 para Mediaset en la que, en caso de unas elecciones generales, el PP obtendría 141 escaños, el PSOE 111, VOX 54, Sumar 8 y Podemos 4. Lo que daría a PP y VOX, en caso de pactar, una mayoría irrefutable de 195 diputados. Con eso ya se puede gobernar, puesto que aseguras que las leyes emanadas de los consejos de ministros, salvo corrección judicial, serán llevadas a término. Y ahora servidor especula y dice, ¿y si Feijoó no quiere pactar con VOX o Abascal no quiere pactar con el PP? ¿Y si quieren los barones del PP, pero no la dirección de Génova? O a lo mejor Abascal sería proclive a un acuerdo, pero en la calle Bambú le dicen que no, y menos ahora que ha sido elegido presidente del grupo Patriotas por Europa. Digo más, podría ser que Ayuso y Abascal, quisieran pero no sus partidos. O que el PP pidiera un pacto de legislatura sin ministerios y VOX exigiera, en cambio, presencia en el gobierno con ministerios clave, interior por ejemplo. Ah, pero esperen, porque no acaban ahí las especulaciones. ¿Y si Feijoó opta por un pacto de investidura y busca luego el apoyo de PNV y Junts? ¿Y si estos dos últimos aceptan? ¿Y si no aceptan? ¿Y si Yolanda Díaz, de repente, anuncia que abandona la política y junto a María Jesús Montero reviven el célebre dúo “Las Grecas”?
Sumen ustedes a este clima los procesos que estarían en curso: Begoña, el hermanísimo, Ábalos, Koldo, Tito Berni. O no, porque igual que pueden seguir, pueden no hacerlo. En fin, especular es más aceptable para el Ministerio de la Verdad Sanchista por lo que ingenuamente papirofléxico tiene, pero no me negarán que es muy cansado. Especialmente porque la pérdida de energía acerca de lo que pueden o no hacer los políticos, que viven notablemente mejor que el resto de su compatriotas, no tiene nada que ver con los afanes y desvelos del españolito medio, al que se la pela el bulo, la sostenibilidad, el heteropatriarcado, la censura, que se vaya La Vanguardia de X o si Sánchez se tiñe el pelo con Grecian 2000. Doy fe de ello porque soy uno de esos españolitos. ¿Y saben lo que me preocupa? Llegar a final de mes sin que la tarjeta de crédito me denuncie por abuso de ella, pagar mis deudas – la mayoría con el estado depredador -, y pasar como pueda sin poderme jubilar, porque con 900 pavos viviendo en Barcelona la cosa es complicada. No pretendo dar pena ni mucho menos crear bulos. Que la pasta es la primera preocupación de todos es público y notorio. Y que aquí nos tienen entretenidos con sus naumaquias para que no nos demos cuenta de que quienes estamos con el agua al cuello somos nosotros, también.
Y esto no es especular.