Sexta prórroga. Aunque los votos naranjas no eran precisos aritméticamente para lograrla, tras la aquiescencia de Esquerra, Inés ha decidido poner de nuevo al servicio del Gobierno ese triste remedo de lo que fue en su día el grupo parlamentario de Cs. Argumenta que lo hace porque ha conseguido arrancarle al monclovita mejoras respecto al sector turístico, que bien sabe Dios que las necesita como el pan que no come. Pero es un desproporcionado e inane brindis al sol, porque sabe perfectamente que Sánchez hará exactamente lo que le venga en gana, igual que ha hecho con los famosos ERTE que justificaron su primer apoyo. Ni la mayoría de trabajadores los está cobrando, ni hay dinero en la caja del Estado para poderlos pagar y hay tantos que la propia administración y sus portales electrónicos están colapsados. La realidad es que el Gobierno espera que llegue dinerito fresco de Europa para afrontar siquiera los gastos del capítulo uno que es, como muchos saben, el de personal, que ahora toca paga doble y está Calviño, que no sabe si tirar la casa o ponerse de alquiler. De la Seguridad Social y el pago de las pensiones mejor no decir nada. La pérdida en cotizantes, junto con el déficit que arrastraba el fondo de pensiones, auténtico coño de la Bernarda en el que tanto PP como PSOE han metido la mano para ir tirando, es tremenda. Ni Pacto de Toledo ni leches. No pierdan de vista este asunto, pues me temo que antes de fin de año veremos rebajar la jubilación a nuestros mayores.
Pero ahora toca hablar del turismo, y ahí Inés ha pergeñado una serie de obviedades que, aunque puedan parecer muy monas, son igualmente etéreas. En serio, ¿alguien cree que hacía falta continuar dando oxígeno a este Gobierno que nos está llevando a la mayor crisis social, económica e institucional de nuestra historia democrática? Recordémosles a quienes nos tachan poco menos que de unabomber cuando criticamos a Cs que está incumpliendo todo lo que prometió al presentarse a las elecciones: da apoyo a un Gobierno en el que Podemos corta el bacalao, que pacta, ya no con el PNV o con Esquerra, sino con Bildu, que tiene aliados como Ada Colau, totalmente opuesta al turismo y a la industria hotelera, o a Esquerra, que comparte Gobierno con JxC, al que le unen tanto su vocación golpista como su desprecio hacia el turismo español aunque ahora quieran disfrazar su xenofóbico “Puta Espanya, no us volem” con un “Venid a Cataluña, unidos se está mejor”. Dicen en Ciudadanos, versión cuarta internacional, que han conseguido que el ICO garantice líneas de créditos por valor de 2.500 millones. Hijos míos, si son como los otros que prometió Sánchez, que Dios coja confesados a nuestros hoteleros, porque la tramitación es casi tan inextricable como las tres vías del misticismo o el teorema de Fermat, además de extinguirse en veinticuatro horas.
Lo dijimos y lo sostenemos: Arrimadas se fue de Cataluña para deshacerse del viejo Ciudadanos que representaban Rivera y Girauta y ocupar una cartera ministerial
Lo único que han conseguido es que unas elecciones generales, el escenario más deseable, se alejen, aparte de que el próximo CIS les otorgue uno o dos puntitos más en intención de voto. Y que no nos digan que así consiguen alejar al PSOE de sus socios extremistas porque los sigue teniendo ahí, apoyándole, sabedores de que no les va a decir que no a nada. Verbigracia, en cuatro semanas veremos de nuevo la famosa mesa de diálogo entre gobierno y Generalitat.
Lo dijimos y lo sostenemos: Arrimadas se fue de Cataluña para deshacerse del viejo Ciudadanos que representaban Rivera y Girauta y ocupar una cartera ministerial. Si no es ahora, será mañana, pero es el único propósito que mantiene la líder naranja, con la oposición de buena parte de los dirigentes actuales que maldicen la hora en que la señora llegó al puesto de mando. Ojo, que también avisamos de los posibles pactos con los socialistas en Madrid, Andalucía o determinadas capitales importantes y el run run es más fuerte cada día que pasa. Es la fase dos de la personal 'desescalada' de Arrimadas y la baza más importante que esgrime con Su Presencia. No es el escribidor quien ha cambiado, es que al Ciudadanos de hoy no lo conoce ni la madre que lo parió.
Irse a Madrid le ha sentado muy bien a Inés. Definitivamente, el turismo es un gran invento.