“Señor, yo estaba equivocado”, le dijo el primer ministro al Rey; “nunca llegué a imaginar que pudiese existir en el mundo alguien tan desprovisto de moral como ese hombre”. Esa conversación se produjo en Londres a finales de mayo de 1937. El primer ministro era el conservador Stanley Baldwin. El rey, Jorge VI. Y el tipo completamente desprovisto de moral del que están hablando era Adolf Hitler. “Churchill acertó en todo y yo me equivoqué”, añadió Baldwin, “por eso debo presentarle mi dimisión”.
Parece una escena de película, ¿verdad que sí? Pues lo es. Pertenece a una de las obras maestras del cine de este siglo, The King’s speech, dirigida por Tom Hooper en 2010. El guion, prodigioso, es de David Seidler, que se llevó el Oscar de ese año. Merece la pena repetir la frase de lord Baldwin: “Nunca llegué a imaginar que pudiese existir en el mundo alguien tan desprovisto de moral como ese hombre”. Cuando, en un futuro quizá no demasiado lejano, empiecen a hacerse películas sobre Donald Trump, su presidencia y los acontecimientos del 6 de enero de 2021 (el asalto armado al Capitolio), alguien debería proponer esa frase. No conozco ninguna que lo describa mejor.
Cuando yo trabajaba en el semanario al que dediqué más de veinte años de mi vida, el que sería su último director nos encargó un reportaje que cabría calificar de algo zangolotino: ¿quiénes fueron los peores presidentes de Estados Unidos? Pronto salieron algunos nombres, unos olvidados y otros no. El corrupto Harding, el racista Andrew Johnson, el hipócrita Fillmore, el tramposo y mentiroso Nixon, el indescriptible George W. Bush, flor y espejo de embusteros y mediocres. Recuerdo que discutimos porque la mayoría de nosotros quería incluir en la lista negra a Ronald Reagan, el hombre que puso al zorro a cuidar del gallinero. Pero nuestro director era un conspicuo neoliberal (buena gente, sin embargo) y dijo que de ninguna manera. No recuerdo si lo incluimos o no. Hace diez o doce años de aquello.
Antes de Trump, cualquier analista medianamente sensato habría dicho que lo que vamos sabiendo que ocurrió de verdad era sencillamente imposible. Pura fantasía. Pero no, no lo era
Ahora bien: ninguno de nosotros, ninguno, ni en nuestras peores pesadillas habríamos llegado a imaginar que un espécimen como Donald Trump alcanzase la presidencia del país más poderoso del mundo. Lo que hemos visto durante estos últimos años, y sobre todo durante estos últimos meses (desde el día de las elecciones que ganó Biden), entra de lleno en el campo de la ciencia ficción. Ya lo creo que harán películas. Antes de Trump, cualquier analista medianamente sensato habría dicho que lo que vamos sabiendo que ocurrió de verdad era sencillamente imposible. Pura fantasía. Pero no, no lo era.
Los testimonios que se van sucediendo ante la comisión del Congreso norteamericano que investiga el asalto al Capitolio ya no dejan lugar a la más mínima duda. Estamos ante un presidente que, por primera vez en la historia de ese país, se negó a admitir el resultado de las urnas (Biden ganó por un margen de más de siete millones de votos y 74 votos electorales sobre 538) y repitió cien veces que se había producido un fraude electoral, ya que él había perdido. Un presidente que no dudó en desacreditar el sistema electoral y la limpieza de la democracia ante los ciudadanos; que acusó a los rivales de haber robado las elecciones, cuando más de 60 juzgados y todas las instituciones de control del país, que son muchas, dijeron que eso era falso.
Un presidente que instigó a sus seguidores a que asaltaran el Capitolio, sabiendo como sabía que iban armados. Un presidente que llegó a agredir a su propio servicio de seguridad, a los agentes que le llevaban en el coche (no era la limusina oficial sino otro vehículo), y pretendió quitarles el volante de las manos al grito de “Yo soy el puto presidente” cuando los policías se negaron a llevarle al Capitolio (donde pretendía ponerse al frente de la turba armada que lo invadió) y le condujeron, por la fuerza, a la Casa Blanca.
Un presidente que, cuando se supo que parte de la multitud (armada) marchaba hacia la sede de la presidencia, ordenó quitar todos los controles de seguridad y “los putos arcos” detectores de metales, vociferando: “Me importa una mierda que vayan armados; esos no vienen a hacerme daño a mí”. Menos mal que no le hicieron caso. Y añadió, fuera de sí: “Dejad que mi gente pase. Así podrán marchar hacia el Capitolio desde aquí cuando yo termine”.
Hasta la propia hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, se negó a repetir aquella falsedad, mientras su padre, fuera de sí, estrellaba platos de comida contra las paredes
Un presidente que pidió directamente que ahorcaran a su propio vicepresidente, Mike Pence, porque se negó a secundar sus afirmaciones de que había habido fraude electoral. Por el mismo motivo gritó barbaridades y amenazas sin cuento contra el fiscal general del Estado, William Barr, nombrado por él, amigo suyo y uno de sus más firmes apoyos. Pence es un cristiano evangélico cuya posición ideológica no está muy lejos de la de Mussolini, lo mismo que le pasa a Barr: pero ninguno de los dos accedió a que Trump les obligara a mentir tanto. Hasta la propia hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, se negó a repetir aquella falsedad, mientras su padre, fuera de sí, estrellaba platos de comida contra las paredes.
Se ha repetido infinidad de veces que Trump es un ególatra patológico, un absoluto inmaduro, un mentiroso compulsivo, un psicópata, un personaje sin empatía alguna y un descerebrado. Muy bien. Yo añadiría, entre otras muchas cosas, la frase de la película: un hombre desprovisto de toda moral. Todo eso seguramente es verdad, cómo saberlo. El improperio es gratuito, como sabe mejor que nadie el propio Trump.
Pero lo que se está oyendo ante la comisión del Congreso norteamericano hace ver, con meridiana claridad, que Trump es, además, otras cosas. El expresidente norteamericano es un delincuente. El expresidente norteamericano es un golpista. El expresidente norteamericano es un traidor a su país, a sus instituciones, al juramento que pronunció en su toma de posesión y a la democracia. Este malnacido ha puesto en peligro la democracia y la unidad de su nación como nadie antes desde la sublevación de los estados del Sur, en 1861, fecha del comienzo de la guerra de secesión. Y con ello, y con su connivencia con Putin, ha puesto en peligro la seguridad de todo el planeta. La de ustedes. La de sus familias. La mía.
El partido republicano se deshará de él y de su recuerdo, y probablemente retornará a la sensatez perdida… y a la democracia prostituida siguiendo a un desquiciado
Después de leer y escuchar los testimonios ante la comisión (formada por parlamentarios de los dos partidos), yo no tengo, menos mal, ninguna duda: Donald Trump será procesado y probablemente acabará en la cárcel. Nunca volverá al primer plano de la política y mucho menos a la presidencia, eso es ya imposible. Cuando eso suceda, el partido republicano se deshará de él y de su recuerdo, y probablemente retornará a la sensatez perdida… y a la democracia prostituida siguiendo a un desquiciado que, en sus últimas semanas como presidente, pareció comportarse como Hitler en su búnker, en los días finales.
Una cosa más. Este sujeto no estaba solo. Ni lo está hoy. Hay que esperar que la acción de la justicia alcance también a sus cómplices: John Eastman, Peter Navarro, Rudy Giuliani, Rupert Murdoch y el resto de la banda de sinvergüenzas que prefirieron el poder a la democracia, el poder a la verdad, el poder a la libertad; prefirieron el poder a cualquier otra cosa. Como todos los tiranos de la historia. Como todas las personas “desprovistas de toda moral”.
Y ahora, por favor, oigamos lo que tienen que decir los partidos –el partido; solo hay uno– que, en España, manifestó tantas veces públicamente su apoyo a este delincuente, este traidor que no dudó en tratar de reventar la democracia con tal de mantenerse en el poder. Ya saben ustedes qué partido es. Últimamente se les ve muy callados.
Cozumel
Algori, ya se quieren deshacer de Biden Ya han sacado los videos que Uds han callado desde las elecciones donde Hunter Biden, consume droga con prostitutas, sexo con menores, negocios turbios en Ucrania por orden de Joe Biden Trump tenia razón y ha dicho que los medios que callan todo esto son igual de delincuentes Este articulo de hoy es para tapar la realidad de Joe y Hunter Biden, sacando a Franco en procesión, perdon a Trump ¿no?
Sin_Perdon
Nos tienen que meter de hoz y coz en una guerra en la que desde el minuto 1 no se nos perdió nada y por la que estamos pagando las consecuencias de un plan de las élites para arruinar Europa.
Urente
"“Nunca llegué a imaginar que pudiese existir en el mundo alguien tan desprovisto de moral como ese hombre”" Si hiciésemos una encuesta en España sobre a quién podría estar refiriéndose la frase, creo que todos conocemos cuál sería el resultado ganador.
Cozumel
"Sánchez rendido a Bildu: veta que los asesinatos de ETA nunca prescriban como le reclama la UE" Tienes Razón Algorri
Cozumel
"Sánchez rendido a Bildu: veta que los asesinatos de ETA nunca prescriban como le reclama la UE" Tienes razón Algorri, Sánchez es un delincuente y un traidor
Milana bonita
En la Moncloaca ya tenemos cierto autócrata ególatra que entre otras cosas ya se ha hecho con INDRA para empezar... Cosas veredes amigo Sancho...
juangaga
Cuando introduce a Reagan entre los peores presientes de EE.UU. dejé de leer el artóculo. Por lo demas creo que otro de los que nombra Andrew Johnson me da que es Andrew Jackson.
S.Johnson
Habla demasiado alto... no puede haber un análisis acertado cuando intervienen preferencias personales.
Santino
Perlas del Sr. Algorri: "Pero nuestro director era un conspicuo neoliberal (buena gente, sin embargo)" Ya puestos, que le hubiera llamado fascista directamente. "Un presidente que instigó a sus seguidores a que asaltaran el Capitolio, sabiendo como sabía que iban armados." Eso será porque lo dice Vd. "Un presidente que, cuando se supo que parte de la multitud (armada) marchaba hacia la sede de la presidencia, ordenó quitar todos los controles de seguridad". Falso. Ni el capitolio es la sede de la presidencia ni su servicio de seguridad depende de la Casa Blanca. "Pence es un cristiano evangélico cuya posición ideológica no está muy lejos de la de Mussolini". Vaya por Dios, otro fascista. "Un presidente que llegó a agredir a su propio servicio de seguridad, a los agentes que le llevaban en el coche" Declaraciones de una testigo que lo sabe porque un miembro del servicio secreto se lo contó pero no puede precisar quién es. "–el partido; solo hay uno– que, en España, manifestó tantas veces públicamente su apoyo a este delincuente". Además de ser un comentario cobarde, no sabía que Trump hubiera sido juzgado y condenado. En fin, que de donde no hay no se puede sacar.
spqr
Como era aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio?. Pues eso. Y respecto a lo de que Trump es imposible que vuelva a ser presidente.....personalmente a mí Trump me la trae al pairo, pero sólo por darles en el cielo de la boca a toda la chusma rogelia de este desdichado país, brindaría con cava hispano su vuelta a la Casa Blanca.
Rigoryresponsabilidad
¡Excelente! Ahora use su afilado bisturí por la actual situación de España. Ni se corte, no tenga miedo aunque no tenga de por medio el Atlántico protector.
vallecas
"ya saben que partido es" Es usted el escritor. ¿por qué no lo nombra? ¿de que tiene miedo? Lo más grave es que CASI todo lo que ha dicho del expresidente norteamericano se puede aplicar a nuestro actual presidente
marqueslinchado
Hoy toca periodismo ofendidito en el diario Arriba la PSOE, que dirige la primera Charo del Reino (de África y Air Europa), la que entrevistaba al Caudillito en el Peugeot.
Alon101
Al ver el título del artículo, pensé que se refería a Pedro Sánchez.