Una de las cosas más irritantes del tratamiento en los medios de la muerte de Isabel II ha sido la incesante referencia a la monarquía como algo anacrónico. Como si fuese una burla grotesca a esa caja de resonancia que tantos son. No encontraban otra palabra, no tenían otra idea para criticar los majestuosos fastos fúnebres cargados de simbolismo, sin el que es difícil llegar al poder e imposible mantenerlo. La actual monarquía española ha optado por el camino contrario, parecerse a los vecinos del quinto. Es el resultado de escuchar al PSOE desde antaño. Ser campechanos y mantener el título. Pero el desuso de los símbolos provoca lo contrario, la desafección, el desconocimiento de lo que nos pertenece a todos y la razón de ser de la que fue la monarquía más importante de la Historia, la hispánica.
Si el fin del reinado de Isabel II supone el fin de una era, y es probable que así sea con el nuevo rey woke, “Carlos III el sostenible, jefe de la iglesia angliclimática”, desde luego los británicos han sabido dar sepultura al anterior sistema. En España es algo que nunca supimos hacer, ni siquiera reconocer el fin de un sistema agotado. Se precisa una claridad justa, que no llegue a ser cegadora e impida ver la corrupción de un sistema destruido desde arriba.
Los niños no pueden estudiar en español en Cataluña. Los asesinos etarras son homenajeados en la calle por quienes ocupan las instituciones y en breve la Lehendakaritza. El PSOE indulta a quienes dieron un golpe de Estado en 2017 para mantenerse en el Gobierno, y porque su proyecto de España es compatible. La ocupación de viviendas es propiciada desde las Administraciones. La peor gestión de la pandemia con sentencias que declararon la inconstitucionalidad del ejercicio de Gobierno durante casi dos años. Son innumerables y demasiado atroces las distintas realidades. Quizá sea eso lo que impida ver con claridad, al menos reconocer, que la democracia en la que estamos no es tal.
Para que la oscura realidad se ilumine quizá sea preciso un último símbolo de lo que no funciona, un acto aparentemente insignificante, incluso uno que denominen humanitario para que el español no acepte al PSOE ni su mensaje desde otros partidos. Quizá sea necesario un indulto a uno de los suyos.
Griñán, que tanto se sacrificó por el PSOE ocupando todo cargo existente en la Administración. Desde 1982 ha sido Consejero de la Junta de Andalucía en diversas carteras, Diputado, Senador, Ministro del Gobierno y Presidente de la Junta. Él que tanto se sacrificó, sin enriquecerse viviendo esta vida de moqueta y coche oficial para que otros muchos socialistas también pudieran gozarla, como el caso de la Ministra de Hacienda María Jesús Montero. Ella nunca hubiese llegado a ser Consejera de Susana Díaz si no se hubiesen comprado votos con dinero público desde la Junta durante décadas por sus predecesores, ni estaría ahora en el Gobierno subiéndonos los impuestos.
Begoña, la mujer del Presidente abre negocio de influencias, Mónica Oltra anda en “estallido emocional” y una vocal del CGPJ —que tuvo cargo en la Junta de Andalucía— ha firmando la petición de indulto a Griñán. Este es el mapa desolador de la democracia a proteger por el que nos exigen pasar calor en verano, frío en invierno, entrar en guerra sin pasar por el Parlamento o aguantar que ocupen la casa “porque la ley dice”. Sacrificios algo distintos a los que tuvo que hacer el pobre Griñán.
No dudo de su simpatía como persona, ni las razones de amigo, pero el apoyo a su indulto por parte de la élite nos ha recordado que las reglas, las leyes y la democracia son para los que no tienen contactos, para los de abajo. La ley ya no será el poder de los sin poder, sino la sumisión a unas reglas que imponen los que no no se someten a ellas. Quizá la monarquía sea una forma de Gobierno de otro tiempo, pero esta falsa y posmoderna democracia es el verdadero sistema anacrónico.
Mazarino
El problema no es el PSOE DE AHORA que es el mismo que lió la revolución de 1934 con Largo Caballero armado milicianos y fusilando religiosos y facciosos que iban a misa. EL PROBLEMA ES LA IZQUIERDA DESTRUCTIVA comunistas ye independentistas que esquilman a España a cuya dirección tenemos a un indeseable que nos lleva a la ruina. Irene, genial como siempre
UnodeTantos
Lo de Griñán, los de los golpistas separatistas catalanes, lo de Juana Rivas, la "repatriación" (que dice la prensa filoetarra) de los asesinos etarras con el pronto tercer grado, lo de la ex presidenta de una asociación que secuestró a sus hijos se llama INULTO: Del lat. inultus. 1. adj. poét. No vengado. 2. adj. poét. No castigado, impune. la burla a las sentencias judiciales, la impunidad para los criminales, los delincuentes concedida por los ministros que han jurado cumplir y hacer cumplir la ley.
vallecas
Están al mando de España los que quieren destruir España. Los que no pronuncian su nombre. Como además son unos cobardes y "blandengues" lo quieren hacer poco a poco, sin que se note. Pero claro, así no se logra un objetivo tan ambicioso, en algún momento hay que coger el "fusil" y jugarse la vida y la hacienda. Como esto no lo harán jamás, se conforman con dividir a la población y hacer de su vida un sufrimiento continúo.
RafaR
Lo ha clavado. Magnífico artículo y magnífico análisis (como acostumbra a hacer).