Opinión

Yolanda, la cheerleader de la amnistía

Yolandaperón se levanta para ir al baño. El avión aterriza en breve y su peinado pide atuse tras horas de aplastamiento occipital. De pronto, enormes turbulencias se apoderan de la nave y la voz impertérrita del piloto

  • La candidata de Sumar a presidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, durante el acto de cierre de campaña de Sumar

Yolandaperón se levanta para ir al baño. El avión aterriza en breve y su peinado pide atuse tras horas de aplastamiento occipital. De pronto, enormes turbulencias se apoderan de la nave y la voz impertérrita del piloto le anima a volver al asiento, cosa que hace entre caderazos y traspiés. Alucinada, ve que las filas de asientos están vacías, se angustia porque no ubica el suyo, y acelera el retorno, clavando uñas en los respaldos y resoplando en gallego.

De repente, se tropieza con algo blanquecino tumbado en el pasillo, y cae de bruces contra una especie de muñeco pechicóncavo con textura pétrea, que recuerda a E.T. pero en fiambre. Grita horripilada, y el piloto le dice por megafonía que tranquila, que son las momias extraterrestres mejicanas, que adoran volar.

Los sudores fríos se apoderan de ella, que se reincorpora con ademanes artríticos y cero glamurosos. Reinicia la búsqueda del asiento, y un escalofrío la invade cuando oye por el altavoz una voz de mujer que le resulta familiar y que dice con mala leche:

- ¡Que me dejes el transmisor, imbécil!

Tras ruidos de forcejeo en cabina, la voz comienza a cantar con tono siniestro:

Amnistíame otra veeeez, amnistíame otra veeeez

Ven castígame con tus desprecios

Que mi rencor lo guardé para tiiiii…”

Yolanda balbucea un tímido “Irene, ¿eres tú, cariño?, a lo que la otra grita por el altavoz:

- ¡Ni cariño ni leches, so bruja!, ¡Quiero mi ministerio!

El techo del avión comienza a venirse abajo a cámara lenta y Yolandaperón, atacada, decide buscar la salida de emergencia, que aparece a su lado iluminada con lucecitas palpitantes. Empuja la típica barra horizontal, y aparece el cielo bajo sus pies…

Se queda paralizada, dudando si volver al avión, hasta que ve con esperanza cómo se acerca volando un señor con sudadera negra, vaqueros y pendiente, encaramado a un cohete.

Una canción suena:

Lo mejor de tu vida
Lo he disfrutado yoooo…
Tu inocencia política
Me la he bebido yoooo…”

A Yolandaperón se le empieza a revolver el estómago, no sabe si del vértigo o del estribillo, y cuando Iglesias le invita a subirse con un “me debes una y lo sabessss”, opta por saltar al vacío.

En plena caída libre, una plancha voladora viene en plan Sputnik y casi se le clava en un ojo, y después es interceptada por una mariposa gigante y se estrella violentamente contra una de sus alas. La mariposa suelta un “¡Au!, vuelve la cabeza, y Yolandaperón ve con alivio que es Marta Lois.

El alivio dura poco, porque cuando por fin aterrizan, la Lois saca el móvil, le ensaña varias imágenes de deepfake suyas en canicas, y le amenaza diciendo que “como me dejes tirada, al chat de Sumar que van”.

-¡¡¡Noooo, Martaaaa…tu noooo…!!!

Yolandaperón se revuelve en la cama, volviendo la cabeza de un lado a otro en plan posesa, y sudando cuan pollo en camisón. Enciende la luz, y se agarra a un cohete de peluche, mientras intenta calmar la respiración.

En la mesilla, una foto dedicada de Puigdemont (“a la meva petita profuga”), y un libro: “Fascinantes Gestas de la NASA Catalana”.

Ya por la mañana, llama a la agencia de colocación de Nadia Forradechi, para encargarle la búsqueda de un mediador:

-Esto se me va de madre.

Quedan en hablar.

Lo suyo no es terapia colectiva, pero que fijo que arregla lo de Sumar si le trata a ella el egocentrismo que acaba de percibir. “También soy psicólogo”, dice jactándose de su intuición

Cuelgan, y Nadia abre la ficha de la oferta de empleo de “Mediador de Conflictos”, observando que se abrió en 2017, a petición de Puigdemont, que exigía que el candidato fuera guiri por dar pompa internacional a sus traumas. La premura actual del encargo, devenido ahora en parte activa de un chantaje, fue reiterada por Puigdemont en Bruselas cuando Yolandaperón se lanzó a sus brazos, y de nuevo este martes en la investidura de Feijóo, donde la portavoz de Junts pidió un “mecanismo de mediación y verificación” para aportar “garantía de cumplimiento” a los acuerdos con el Soe y Sumar. De Jisperson no se fía ni El Tato.

Nadia repasa las candidaturas recibidas por si pudieran ser útiles a la causa de Sumar, aunque es consciente de que ésta, más que un relator, requeriría una Supernanny. De entre todas, sólo le cuadra una: la de Adonis Roussos, “Experto en Constelaciones”.

Escribe un guasap a Yolandaperón: “Tengo a tu hombre”.

Yolandaperón, llevada por la pasión interestelar al ver el oficio del aspirante, pero no sin cierta reticencia (Adonis es griego, y el ministro de Trabajo ídem la tiene calada en su ineptitud) cita a Adonis en su despacho. Éste, (kaftán azul, barba negra, corpulencia, y riñonera), le aclara, en pleno ataque de honestidad laboral, que lo suyo no es terapia colectiva, pero que fijo que arregla lo de Sumar si le trata a ella el egocentrismo que acaba de percibir. “También soy psicólogo”, dice jactándose de su intuición.

Toma asiento, y explica que constelar, (método creado a finales del XX por el espiritualista alemán Bert Hellinger), consiste en resolver conflictos que tienen su origen en la historia familiar de uno, y que necesita saber con qué personas tiene esos conflictos.

Ella le habla primero de las jotías, que espumarajean (“no ha querido que intervengamos”) porque no les ha dejado hablar en lo de Feijóo. Luego habla de Iglesias y sus colegas, que la ponen verde en sus medios Red, porque no asumen que no les diera portavocías en el Congreso; y dicen que Sumar es la "marca blanca del PSOE" y le acusan de manejar el partido sin “principios mínimos democráticos”. (Suspira). Termina con Alberto Garzón, que demanda poder, y ha “proponido” un “modelo federativo” para Sumar.

Adonis saca de la riñonera unas figuritas, les asigna identidades, e insta a Yolandaperón a colocarlas sobre la mesa para, dependiendo de la orientación y la posición relativa entre ellas, interpretar conflictos y proceder a la sanación.

Tras la sesión, ella se siente mejor más que nada por haber soltado lastre mental, y propone a Adonis que se integre en Sumar para aportar exotismos helénicos. “Somos un espacio abierto”, le dice sonriendo, y apretándole el antebrazo.

Resulta que el Soe tampoco está libre de turbulencias internas, con agentes que amagan con rebelarse (“La Rosa y los Gallinas”, como libro de cabecera de todos)

Resulta que ese “grupo plurinacional” que vende Yolandaperón, como ecosistema acogedor donde priman la escucha y el diálogo, es una minigalaxia caótica donde la estrella gravitacional es ella, y beligerantes planetas entrecruzan órbitas y colisionan entre sí. Resulta que el Soe tampoco está libre de turbulencias internas, con agentes que amagan con rebelarse (“La Rosa y los Gallinas”, como libro de cabecera de todos). Y resulta por último, que ambos partidos, instigados por los sediciosos (que también andan en pugna por el poder local), serían los perpetradores de una España federal que nos venden como país “sin conflictos” gracias a la amnistía, pero que no es más que un universo de desigualdades, donde las comunidades tomadas por el independentismo serían agujeros negros de privilegios varios.

Este sindiós político iguala, en nivel de insostenibilidad y desvarío, a las verborreas lisérgicas de Yolandaperón; esa imbatible creadora de contenidos alipóricos, musa de memes y cheerleader de la amnistía.

Usando su jerga espacial: comienza la cuenta atrás para el despegue de la investidura del esperpento.

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