Un día después de reunirse con Mariano Rajoy para preparar una respuesta conjunta ante un eventual desafío del nuevo presidente catalán, Quim Torra, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, propuso modificar el Código Penal para someter al delito de rebelión a una actualización.
Según sostuvo, el fin es poder aplicárselo a los "responsables políticos que utilizan su posición para subvertir el orden constitucional". La tesis de Ferraz es que el delito de rebelión está muy vinculado con golpes militares y no tanto con los acontecimientos ocurridos en Cataluña por parte de los miembros del Ejecutivo de la Generalitat.
Piensa Sánchez que la redacción de 1995 debería "adaptarse" a "hechos inimaginables hace años". De frente se encontró con la respuesta tanto de Podemos como de los independentistas del PDeCAT. Desde las filas moradas apelaron a no legislar "en caliente" y a no seguir "judicializar" la política. Por su parte, desde las filas catalanas tacharon de "escándalo" la propuesta lanzada por el socialista.
"No se puede cambiar el Código Penal para llamar rebelión a lo sucedido en Cataluña, porque lo que se hace es identificar a un enemigo político, y no legislar en favor de los intereses generales", señaló el portavoz de Justicia de Unidos Podemos en el Congreso, Eduardo Santos, en declaraciones a EP. Sánchez aseguró que el Ejecutivo de Rajoy tendrá el respaldo de su partido para acometer tal modificación de la legislación. De lo contrario, será el propio grupo parlamentario socialista el que lleve al Congreso la propuesta.
Los republicanos llevaron al Congreso a mediados de febrero una propuesta justamente en sentido contrario. Registraron una proposición de ley para suprimir el delito de rebelión para quienes declaren la independencia de una parte del país y el de sedición para aquellos (autoridades o funcionarios) que convoquen consultas o referendos sin tener competencia para ello. El exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, permanece desde hace meses en prisión preventiva, procesado por rebelión junto a otros líderes del 'procés'.
"Nunca se atrevió el Gobierno británico a aplicar el delito de rebelión a Gandhi, que también luchaba sin violencia por la independencia de la India", llego a defender el portavoz Joan Tardá desde la tribuna del Congreso días antes de registrar la iniciativa. "De hecho, por su crueldad sólo puede comprarse a la justicia del apartheid que condenó a cadena perpetua a Nelson Mandela".