El Gobierno de Pedro Sánchez ha planteado a la Comisión Europea prohibir totalmente la entrada de inmigrantes africanos en territorio comunitario, según ha sabido Vozpópuli. La propuesta, todavía en fase de análisis, responde al temor del Ejecutivo a una propagación descontrolada del coronavirus en el África subsahariana que traiga nuevas oleadas de la pandemia en las pateras que llegan cada año a las costas españolas.
España ha sorprendido a Bruselas con un planteamiento durísimo sobre el cierre de las fronteras exteriores de la Unión Europea en el Consejo de Asuntos Exteriores (CAE) celebrado este viernes por vídeoconferencia. El Gobierno ha recibido el apoyo entusiasta de la derecha populista europea, representada por el primer ministro de Hungría, Viktor Orban. También Polonia, según explican diversas fuentes a este diario, ha respaldado la propuesta del Ejecutivo, que amenaza con tensionar la coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
El mensaje oficial del Ministerio de Exteriores -y el de la UE- es incrementar los fondos de cooperación con los países más vulnerables, fundamentalmente africanos, para apoyarles en su lucha contra el coronavirus. Pero el reverso de esa ayuda es un bloqueo -al menos durante un tiempo- a la entrada de inmigrantes. La prohibición que impulsa España implicaría abandonar a miles de personas a su suerte en el mar Mediterráneo.
Del Aquarius al bloqueo total
Uno de los primeros gestos de Sánchez nada más ganar la moción de censura fue rescatar a decenas de personas del barco Aquarius, al que Italia denegaba sistemáticamente entrada a puerto. El Gobierno socialista, al margen de algún otro gesto como el del Open Arms, no ha introducido cambios significativos en la política migratoria. Y la emergencia sanitaria que vive el país le ha hecho ahora endurecer hasta el límite su posición.
La lectura que se hace en La Moncloa es que la epidemia de la Covid-19 avanzará descontrolada por los países del Sahel y el África subsahariana, principales emisores de inmigración a España. El Gobierno teme nuevas oleadas de contagios importados. Y geográficamente, España, Italia y Grecia son los países más expuestos con puertos de destino de las tres rutas fundamentales de migración del continente africano a Europa.
"Sus problemas serán nuestros problemas, no podemos solventar la pandemia solo en nuestra casa", ha dicho el Alto Representante de la Política Exterior, Josep Borrell, tras el Consejo de Asuntos Exteriores. "Si no se resuelve en África no se resolverá en Europa".
Después de la crisis migratoria que sufrió la UE en 2018, la llegada de inmigrantes irregulares a España a través del Mediterráneo se redujo de forma drástica durante el año 2019. Las autoridades interceptaron a 24.000 personas, un 58% menos que en el año anterior, según la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).
Las rutas del Mediterráneo
A pesar de la emergencia sanitaria que sacude a España e Italia, un total de 14.854 inmigrantes ha entrado en Europa por alguna de sus rutas entre el 1 de enero y el 18 de marzo, según cifras de la Organización Internacional de las Migraciones de la ONU. Se trata de un 38% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando no había coronavirus. La cifra de entradas en España es de 3.803 personas en estos tres meses, pero la ONU precisa que el Gobierno solo ha ofrecido datos hasta el 11 de marzo.
Borrell ha anunciado que los 27 debatirán la próxima semana el plan de ayuda que defiende el Ministerio de Arancha González Laya. Pero ha esquivado el verdadero debate en el seno del CAE, que es el cierre de las fronteras exteriores para el control del avance imparable de la pandemia por el mundo.
La cuestión de las fronteras no afecta exclusivamente a España o Italia. Turquía alberga a centenares de miles de refugiados sirios. La UE ha acogido a millones de ellos tras un acuerdo con Ankara. Pero Bruselas teme que la fragilidad del pacto ante la emergencia actual vuelva a descontrolar la frontera este de la Unión y Grecia o Alemania vuelvan a sufrir una entrada masiva de personas.