Quantcast

Política

El ascenso de Calviño al Eurogrupo condena a Sánchez a un ajuste pilotado por Bruselas

El ascenso de Calviño al Eurogrupo condena a Sánchez a un ajuste pilotado por Bruselas

Cada hora que pasa la ministra de Economía y vicepresidenta Nadia Calviño se acerca a la dirección del Eurogrupo, el organismo comunitario que coordina a los ministros de finanzas de la UE. Fuentes del PSOE y también de la oposición admiten que si Calviño se hace con el cargo, el control “encubierto” de la UE sobre el Ejecutivo de Pedro Sánchez se hará inevitable. Para estas fuentes, se acerca un plan de ajuste al estilo portugués durante la crisis del coronavirus. 

Calviño ya ha logrado el visto bueno de Alemania e Italia envía señales en el mismo sentido. Si Francia también se suma, tal y como parece, para la vicepresidenta del Gobierno de Sánchez solo se tratará de formalizar su ascenso y convertirse en la ministra con más peso en la UE tras la salida del portugués Mário Centeno (quien pilotó el ajuste de Portugal en la crisis financiera). El plazo es hasta el próximo 9 de julio

Su nombramiento implica que se convertirá en algo parecido a un árbitro de las disputas económicas en la UE. Una figura de primus inter pares, que, si por un lado otorgará a España un canal privilegiado con la Comisión Europea, por el otro limitará su capacidad de maniobra, porque deberá lucir ejemplaridad. Más aún en la situación de fragilidad económica, con estimaciones que apuntan a que el país se puede convertir en la cenicienta europea si hay un rebrote de la covid-19.  

El ascenso de la vicepresidenta puede tener un sabor agridulce para Sánchez. Fuentes socialistas y del Gobierno sostienen que Calviño será una garantía de que España cumpla con las órdenes de Bruselas. Enmarcan su nombramiento en una “intervención encubierta” que obligará al presidente a asumir decisiones necesarias pero impopulares. Y, sobre todo, le impedirá jugar al despiste, tal y como temen los socios europeos. Algunos ambientes comunitarios cuestionan a Sánchez por la "falta repetida de cumplimiento de las promesas dadas" y "ocultación de información". 

Mário Centeno

Temor a la vía portuguesa

En el PSOE reconocen que el plan de ajuste para obtener los 140.000 millones de Bruselas tendrá un coste. “De dinero a fondo perdido, nada”, admiten. A la vez, empiezan a entrever la sombra del “ajuste portugués”. Después de la crisis financiera de 2008-2012, Portugal aplicó una bajada draconiana del sueldo de los funcionarios y de las pensiones, además de un incremento de los impuestos, por ejemplo de las autopistas. Según sectores socialistas, las medidas de corrección en España irán en este sentido.

Las condiciones que se pacten con la UE llevarán la firma de Calviño. Ella hará el grueso del trabajo para que España tenga acceso al Recovery Fund. Para convencer a Bruselas, quiere recoger las líneas maestras de los estudios del Airef de 2019 con las que espera afianzar la recuperación y lograr una mejora estructural de la economía española, como adelantó Vozpópuli.

La dirección del Eurogrupo, en este sentido, será de enorme ayuda. “Nadia es más funcionaria de la UE que ministra, eso nos favorece. No haremos locuras si depende de ella”, explican fuentes conocedoras de los trabajos del Eurogrupo. La coordinación permite, además, llegar a todos los informes europeos. “Al presidir el grupo tendrá un soporte técnico de funcionarios de la UE que, a su vez, tendrán acceso a borradores”, agregan.

Podemos apunta a la búsqueda de un cargo

La ministra despierta, no obstante, reticencias en sectores del Gobierno de Sánchez. Desde Podemos no esconden su lejanía ideológica con una vicepresidenta a la que califican de “ortodoxa”. Los morados afilan sus espadas. En reuniones internas y con actores sociales, el partido de Pablo Iglesias recalca su interés en que el dinero europeo se centre en la asistencia social (desde subvenciones hasta ayudas directas) y no en las reformas estructurales. “Tenemos historia y sensibilidad diferente del PSOE”, argumentan en Podemos. Pero el nombramiento de Calviño quita fuerza a estas instancias.

El videpresidente Pablo Iglesias contesta a Teodoro García Egea.

En la sesión parlamentaria del pasado miércoles, el propio Sánchez, en palpable dificultad, no contestó a la diputada y portavoz de Bildu Mertxe Aizpurua, que le pidió si tenía pensado acometer recortes en los próximos meses. Sánchez salió con evasivas, habló de soluciones "anticíclicas", pero admitió que "esta crisis ha acelerado cambios que ya veíamos venir".

En opinión del partido morado la ministra de Economía trabaja el interés de perfilarse como alternativa a Iglesias. En opinión de los morados, Calviño sobreactúa para que se visibilice su trabajo no solo técnico, sino también político de dique de contención a los morados. "Busca un cargo en Europa o en una institución económica mundial, como el FMI", afirman en Podemos.

Fuentes socialistas admiten en parte esa tesis. Según miembros del PSOE, la ministra “ve lo que le viene encima, y conoce a Sánchez”. Personas del entorno de Calviño niegan tajantemente su interés por salir del Ejecutivo. Pero algunos en el PSOE añaden: “En al menos dos ocasiones buscó activamente una salida; la última fue después del pacto con Bildu [donde se habló de derogar la reforma laboral]. A la tercera irá la vencida”, aseguran. Sea como fuere, es indudable que para la economista y alta funcionaria de las instituciones europeas alcanzar la presidencia del Eurogrupo representa un importante peldaño en su carrera.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.