El presidente de la Generalitat de Cataluña insiste en reclamar lo imposible al Gobierno de Pedro Sánchez. Quim Torra aseguró este viernes en una entrevista con el canal Russia Today que vería "razonable" aparcar el 1-0 y la proclamación de la república catalana si Moncloa permitiese la celebración de un referéndum de independencia.
"El Gobierno español debería dar una respuesta porque queremos autodeterminarnos. De hecho, nos autodeterminamos el 1 de octubre, pero podemos negociar ese referéndum y la declaración de independencia del 27 de octubre", aseguró en la entrevista realizada por el ex primer ministro escocés Alex Salmond.
El máximo responsable del Govern catalán insiste en la consulta como fórmula para desencallar la crisis provocada por el separatismo. Un extremo que comparte Podemos. Pablo Iglesias se erigió en mediador para el triunfo de la moción de censura contra Mariano Rajoy y después fue el primer dirigente nacional en reunirse con Torra en el Palau.
Tras el encuentro con Sánchez a comienzos del mes de julio como una especie de deshielo entre el Gobierno central y el Ejecutivo catalán, Torra pide ahora más gestos por parte del presidente. No le vale el acercamiento de los líderes políticos a cárceles catalanas. "Para los catalanes es lo mismo tener al señor Sánchez que al señor Rajoy", afirma.
Si no hay consulta, seguirá la unilateralidad. "La gente ha expresado su apoyo a la idea de la República catalana y este es el objetivo de nuestro Govern, continuar adelante con lo que la gente nos pide hacer", manifestó.
De momento, las entidades soberanistas (ANC y Òmnium) darán un respiro en la celebración del aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils, a la que acudirá también el rey Felipe VI. No habrá boicot ni acciones de protesta. La CUP ni siquiera participará en el acto. Lo que sí organizarán son homenajes al major Trapero y al exconsejero de Interior, Joaquim Forn.
La vuelta del verano servirá para constatar hasta dónde tornan los acontecimientos por parte del ala más dura del separatismo catalán. Los CDR -los grupos que agitan las calles- se concentran ante las sedes de los partidos separatistas y les piden "desobediencia o dimisión". La vuelta al período de sesiones en el Parlament pondrá a prueba las costuras de un bloque separatista dividido. El 11 de septiembre se celebrará la famosa Diada, que sacará a miles de personas a las calles. Apenas tres semanas después llegará el aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre. Y sobre todo ello penderá el juicio a los responsables del 1-O.
La inestabilidad del Gobierno de Sánchez en el Congreso, unida a una posible deriva de los más radicales podría ahogar la vía de diálogo que Moncloa intenta mantener abierta con el Govern. Y todo ello aderezado con las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019 en el horizonte más cercano, con los intereses de los barones socialistas en juego.
En cualquier caso, ninguno es partidario de hacer coincidir un hipotético adelanto electoral por parte de Sánchez con los comicios regionales. Moncloa se mantiene firme en su voluntad de agotar la legislatura. Pero se empiezan a escuchar voces como la del presidente castellano-manchego Emiliano García Page que aboga por no ir más allá de lo "razonable" si la situación se torna insostenible.
