Hace dos semanas, desde la dirección de Podemos de Madrid llegaron varias llamadas telefónicas a los compañeros en La Rioja. La delegación morada estaba negociando con sus homólogos del PSOE para avanzar hacia un gobierno de “coalición” y no "cogobierno" en la región. Todo estaba a punto de cerrarse, cuando en Madrid intentaron pararlo todo. Iglesias estaba preocupado de que dirigentes no afines a él se hicieran con el poder, y en un primer momento intentó impedirlo. Ahora, sin embargo, muchos en Podemos señalan a Pedro Sánchez como el responsable del bloqueo: “Es él que nos está poniendo un veto”.
Los protagonistas de esta historia desde el lado morado son Raquel Romero, candidata de Podemos en la región, y Francis Gil, experto negociador que llegó desde Castilla-La Mancha para atar el acuerdo de gobierno con el PSOE. Romero llegó a La Rioja tras una orden de la dirección estatal en el pasado marzo, lo que creó malestar en la federación local. Era conocida como pablista, aunque a lo largo de las últimas semanas se ha distanciado del secretario general: “Ha visto la situación de abandono de la organización, y ha oído los argumentos de los compañeros en La Rioja”, afirman algunos dirigentes de Podemos.
De ahí que cuando desde Madrid le pidieron votar a favor de la socialista Concha Andreu, la paracaidista enviada por la dirección se rebeló. "No quiere ser muleta del PSOE” y alcanzar cuotas de poder territorial, afirman fuentes de Podemos, aunque niegan la versión esgrimida por los socialistas: “Eso de que queremos tres consejerías es falso”.
Del gabinete de Iglesias a crítico
Romero pidió la ayuda de Gil. Hábil negociador y conocido por haber logrado que Podemos entrara en el gobierno de Castilla-La Mancha, Gil se encargó de ayudar a sus compañeros durante los encuentros con los socialistas. Había trabajado en el gabinete de Iglesias, aunque ahora pide como otros compañeros revisar la estrategia del partido y discutir el liderazgo.
La llegada de Gil en La Rioja hizo encender las alarmas en la dirección nacional de Podemos. Pero Romero siguió adelante. Con Izquierda Unida alineada a Andreu, el partido morado se siente arrinconado, pero no quiere ceder. Y ahora Romero se enfrenta, según varias fuentes, también a La Moncloa: “En las negociaciones se pactó claramente un gobierno de coalición. Luego el PSOE dio un giro y ahora se cierra en banda. La orden viene de Madrid”, afirman en Podemos.
El pasado lunes, Podemos demostró que su amenaza era real. La única diputada de los morados en la asamblea regional se negó a apoyar a la socialista. Esta mañana, ambos partidos han celebrado su última reunión, que también ha fracasado. Podemos insiste en el "veto" del PSOE y los socialistas en que "ellos siguen en que no hay investidura sin consejerías".
Sea como fuere, todos coinciden en que La Rioja se ha convertido en una pieza más en el engranaje político nacional. El PSOE lo aprovecha para señalar el enrocamiento de los morados, y Podemos para acusar a Sánchez de impedir acuerdos regionales. Más allá de todo eso, esa ruptura demuestra que la fragmentación política es un asunto serio, que trasciende las paredes del Congreso de los Diputados.