"España cumple consigo misma. Se pone fin a una afrenta moral como es el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público". Así se ha expresado desde La Moncloa el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mientras transcurría el acto íntimo de la inhumanción de los restos de Franco en el cementerio de Mingorrubio.
El líder de los socialistas ha defendido además que el Ejecutivo ha procedido a ejecutar la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos "en cuanto ha sido posible". En la comparecencia institucional coincidente con la mayoría de los informativos en televisión, el presidente en funciones ha insistido en que el Ejecutivo "cumple con un mandato del Parlamento, una sentencia del Tribunal Supremo y un compromiso del Gobierno".
"Caben todas las opiniones sobre el momento de llevar esta acción a cabo. Cada
cual puede tener su criterio. Mi Gobierno anunció públicamente que lo haría en el
mismo momento en que esto fuera posible. Y este es el momento. Y así se ha
hecho. Ni un día antes ni un día después", ha recalcado en vista de las críticas por electoralismo vertidas por todos los partidos de la oposición e incluso por el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Apenas faltan dos semanas para celebrar las elecciones generales.
Sánchez ha definido la exhumación como "un paso más en la reconciliación de la democracia" y ha definido como "una infamia que más pronto que tarde deberá ser reparada" el hecho de que actualmente sigan existiendo fosas dispersas por la geografía española.
El líder socialista no ha dado detalles sobre una posible resignificación futura del mausoleo, pero ha señalado que para "quienes accedan los próximos días, simbolizará algo muy distinto porque quienes yacen, son todos víctimas". "Cuando el Valle vuelva a abrir sus puertas simbolizará algo distinto: el recuerdo de un dolor que no debe volver a repetirse jamás y un homenaje a todas las víctimas del odio", ha concluido.
