“Llevo 40 años en la Policía, ni se me ocurriría ni se me ocurrió. Me ha caído a mi una sin comerlo ni beberlo”. Así se expresa José Luis C.C., de 62 años, agente en segunda actividad y uno de los dos identificados el pasado viernes por insultar al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en un pub de Mérida (Extremadura). Según la diligencia policial a la que tuvo acceso Vozpópuli, le dedicaron apelativos como “hijo de puta, no vales para nada” o “rojo de mierda”. Pero este policía lo niega y dice que todo se reduce a un comentario en alto de un amigo suyo sobre las infraestructuras ferroviarias en la región.
El documento policial sitúa los hechos -adelantados por Hoy Extremadura- la noche del viernes en el Pub Barocco, en la plaza de la Constitución de la capital extremeña: “En el interior de un local de ocio se encontraba el señor ministro en compañía de su asesor (identificado como Koldo García Izaguirre), junto a los escoltas, y en un momento dado se han acercado los identificados, comenzando a increparlos”. El atestado se basa en los testimonios que los agentes recabaron en la intervención.
En declaraciones a este periódico, José Luis C.C. ofrece una versión diferente. Dice que sería en torno a la medianoche y que él estaba con su amigo Luis y “siete u ocho matrimonios” en ese pub, uno de los más concurridos de la noche emeritense. “No nos acercamos al ministro en ningún momento”, sostiene. Alega que estas mismas explicaciones las dio en comisaría y que está tarde hará lo propio su amigo.
"¿Y el tren para cuándo?"
Según su versión, en un momento dado, su amigo (identificado como Luis Felipe M.V.) dijo en alto un comentario sobre el tren a Extremadura: “¿Y el tren para cuándo?”. Sin embargo, el policía acusado alega que “es imposible” que el ministro lo oyese por el “bullicio” del lugar y porque había “unas 60 personas” entre el grupo de Ábalos y el suyo. “También nos hemos manifestado en Madrid cientos de extremeños por el tren y nadie nos ha identificado nunca”, ironiza este agente.
El documento oficial, elaborado a las 1.15 horas de la madrugada, describe las expresiones citadas “y similares”, si bien aclara que los agentes que lo redactaron no presenciaron la escena: “A la llegada de los actuantes, el señor ministro ya no se encuentra en el local, abandonándolo minutos antes junto a parte de su escolta dirigiéndose al hotel donde se encuentra alojado”.
Un portavoz del Ministerio de Fomento confirma lo que ofrece el informe policial y los insultos recogidos en él. Explica que Ábalos estaba en un patio interior del local fumando cuando se produjeron los hechos. Explican que el asesor, Koldo García Izaguirre es una persona de confianza del ministro al que conoce desde hace tiempo y que ha sido escolta en navarra y otros destinos.
La actuación del asesor
Habían ido a cenar y posteriormente se acercaron al Pub Barocco. Añaden estas mismas fuentes que había gente haciéndose fotos con el ministro. A causa del incidente, Ábalos se marchó andando al hotel y fue uno de sus escoltas quien llamó a una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Nacional.
José Luis C.C. coincide en ubicar los hechos en ese patio interior así como que había gente haciéndose fotos con el ministro. También que a su amigo Luis Felipe tan sólo se acercó uno de los escoltas y una segunda persona a la que define como “alto cargo, alto y calvo”. La descripción coincide con la de Koldo García.
José Luis C.C. compara la actuación educada del escolta de Ábalos, quien en todo momento se identificó como policía con la de este asesor. Según dice, en ningún momento quiso revelar su identidad, pero repetía insistentemente al escolta que procediese a identificar a su amigo y a él.
“Preguntamos quién era y nos dijo que él no daba explicaciones por lo que dijimos que, si él no se identificaba, nosotros tampoco”, narra este policía nacional de 62 años. Cuando llegó la patrulla, él y su amigo -procurador de profesión- salieron a la calle y entonces sí procedieron a identificarse, siempre según su versión.
Le conoce todo el mundo
Este policía es un agente de escala básica original de Mérida donde ha servido los últimos 20 años en Seguridad Ciudadana, violencia de género y en Información. Por esa razón dice que le conoce todo el mundo, incluyendo los policías que le identificaron. Asegura que él no tiene placa de Policía, sino un carnet profesional en el que se especifica que está en segunda actividad, una especie de situación de segunda actividad.
“Es mentira, incierto, nadie se acercó. Yo no sabía de qué iba el tema hasta que se acercó el escolta. Si el ministro quiere yo voy al Juzgado a explicarlo”, zanja este agente quien afirma que estuvo en todo momento al lado de su amigo por lo que no pudo haber más gritos diferentes al que aludía al tren.