El fin del verano ha vuelto a colocar a la Comunidad de Madrid en el epicentro de la pandemia de coronavirus en nuestro país. De acuerdo con el último informe proporcionado por el Ministerio de Sanidad, la capital ha registrado 1.362 nuevos casos en las últimas 24 horas, acumulando en torno al 40% de los nuevos contagios y colocándose a la cabeza en comparación con el resto de las autonomías. Si miramos la estadística de los últimos 14 días, Madrid reúne a un tercio del total de nuevos casos detectados.
No obstante, uno de los puntos que más preocupa es el que hecho de que no sólo acumula gran parte de los positivos, sino que hasta cierto punto está rompiendo la tendencia - la inmensa mayoría de los nuevos casos diagnosticados son leves o asintomáticos entre población joven- y cada vez registra más hospitalizaciones.
Este martes registraba un total de 424 hospitalizaciones en los últimos siete días, lo que supone un cuarto de los ingresos de toda España. Sin embargo, desde la Comunidad de Madrid insisten que todavía están muy lejos de estar saturados por la covid-19, ya que sólo un 15% de sus camas están ocupadas. A pesar de ello, sigue siendo la tasa más alta de todo el país.
¿Por qué?
El auge de los nuevos contagios en la capital ha venido de la mano de la vuelta de los madrileños de vacaciones durante los meses de julio y agosto, si bien el incremento ya se estaba notando en la última quincena. El principal 'problema' de la capital es que también es uno de los epicentros de las comunicaciones de nuestro país y cuenta con una enorme densidad de población. Con la llegada de la época estival, miles de madrileños han salido de la capital y han aumentado sus interacciones sociales, así como su movilidad, con los consiguientes riesgos que esto implica en lo que se refiere a nuevos contagios.
Así lo explicaba durante su rueda de prensa de los lunes Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES). Según él, la mayor parte de los brotes que se han producido este verano se han debido a las reuniones sociales y a la movilidad entre regiones. "Fundamentalmente la mayor parte de los brotes se ha debido a las 'no fiestas', las reuniones sociales, así como a los locales de ocio nocturno", explicaba el epidemiólogo, insistiendo que preocupa especialmente la situación de Madrid.
"El periodo vacacional ha provocado que haya habido grandes desplazamientos de población -si bien han sido muy diferentes a los años previos- pero los grandes éxodos de la población de Madrid y Barcelona se han producido, así que han entrado en contacto personas con diferentes experiencias con la enfermedad", apuntó, señalando que la interacción social sigue siendo la manera favorita del virus para expandirse.
"Estamos haciendo casi el doble de pruebas que en julio. Detectamos un número enorme de casos. Hemos visto comunidades que han tenido importantes incrementos de la transmisión y han sido capaces de controlarlo e incluso reducirlo. Poco a poco se van controlando los brotes en el ámbito social, también se va reduciendo los brotes relacionados con el ocio nocturno. Ahora bien, hemos visto un incremento muy grande de casos. Queramos o no tenemos que percibirlo como un incremento en la transmisión. Eso no nos puede dejar dormir tranquilos", concluyó.
Una Atención Primaria saturada y 200 rastreadores
No obstante, no es el único motivo. Mientras los hospitales madrileños aún resisten, el problema se concentra una vez más en la Atención Primaria madrileña, que sí que se encuentra al límite de sus capacidades, tal y como llevan semanas denunciando los sindicatos médicos y los sanitarios en los centros de salud, los encargados de realizar las pruebas diagnósticas y trazar los contactos, así como de mantener las consultas rutinarias.
Según relataban pacientes consultados por Vozpópuli, contactar con algunos centros de salud, para consultar patologías ajenas al coronavirus, es, en algunos casos, misión imposible. Están colapsados, según vienen denunciando los sindicatos CCOO, Amyts, CSIT Unión Profesional y UGT, miembros de la Mesa Sectorial de Sanidad, que piden a la Consejería de Sanidad una solución para Primaria.
De la mano de la saturación de la atención primaria viene la falta de rastreadores que sufre la comunidad. Según informaba este martes la directora de Salud Pública de la CAM, Elena Andradas, en una respuesta ofrecida al sindicato Comisiones Obreras, por el momento Madrid sólo ha contratado 210 rastreadores desde junio.
Una cifra que está muy por debajo de los estándares internacionales y del número de prometió en un principio. De acuerdo con instituciones como la Universidad Johns Hopkins, para poder realizar un seguimiento efectivo de los nuevos casos, la capital necesitaría al menos 1.200 profesionales dedicados a este cometido.
Uno de los intentos de la Consejería de Sanidad de aumentar ese número al menor precio posible tampoco ha tenido demasiado éxito. La CAM no ha contado con ningún voluntario tras su llamamiento para reclutar desinteresadamente a rastreadores de casos de coronavirus, según reconocía hace unos días el Gobierno regional. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso hizo un llamamiento a principios de agosto en el que pedía rastreadores voluntarios para ayudar en las labores de detección de nuevos casos de covid-19, una tarea que realizarían sin retribución alguna.
¿Más pruebas que las demás CCAA?
Uno de los argumentos que esgrimen desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid es que se están detectando muchos casos porque se están realizando muchas más pruebas diagnósticas que antes. Así lo que aseguraba el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, en una entrevista en Telemadrid, donde acusa al Gobierno central de que poner el foco en Madrid con "un sesgo importante".
"Si uno va estrictamente al número de casos, es verdad que ha aumentado, pero también porque Madrid ha aumentado muchísimo su capacidad diagnóstica", aseguraba. Este lunes, en otra intervención en esRadio, Escudero iba un paso más allá y aseveraba que la capacidad diagnóstica de Madrid "está muy por encima" del resto de comunidades autónomas.
Es cierto que la capital ha mejorado notablemente su capacidad de hacer pruebas diagnósticas de covid-19 en comparación con los peores meses de la pandemia. Además, hasta el momento ha sido la autonomía que más test de coronavirus ha realizado: 1.322.254 test, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Sanidad.
No obstante, esta cifra tiene un poco de 'trampa', ya que incluye tanto PCR -que son la técnica más fiable de diagnóstico- como test rápidos, que han sido los utilizados en cribados masivos -como el de la localidad de Torrejón de Ardoz antes del verano-, ampliamente desaconsejados por los expertos. Si sólo nos fijamos en las PCR, Cataluña supera a Madrid: 1.209.800 PCR frente a las 1.154.000 realizadas en la capital.
Por otro lado, el hecho de que la CAM sea la autonomía que más test ha realizado se debe principalmente a que es una de las regiones con más población de España. Si analizamos el número de pruebas en función de la población, la capital queda muy por detrás de otras regiones como País Vasco, Castilla y León, Navarra o Asturias, que necesitan menos cantidad de pruebas para cubrir a su población. De esta manera, Madrid realiza en torno a 198 test por cada 100.000 habitantes, frente a las 320 pruebas por cada 100.000 habitantes que realizan en Navarra.