Las cirugías craneales suenan complejas, y es que en realidad lo son. No sólo por ello es importante la destreza del neurocirujano que la desempeñe, sino también lo son las herramientas que se emplean durante la cirugía, jugando un papel vital las últimas innovaciones y desarrollos en microscopios y robots, que facilitan los movimientos y la precisión del facultativo a la hora de ‘trabajar’ en el cerebro.
Un jefe de equipo de Neurocirugía del Hospital Ruber Internacional (Madrid), el doctor Ricardo Díez Valle, recuerda en este sentido que el cerebro es una estructura muy compleja que procesa muchísima información, y además de forma continuada, de todo nuestro cuerpo. “Es una estructura muy compleja que procesa mucha información y controla, a través de sus diferentes capacidades, la memoria, el habla, las emociones, la inteligencia, los sentidos, así como funciones básicas como la respiración, o la frecuencia cardíaca, entre otras, por ejemplo”, remarca el especialista.
Por eso, y según destaca, a la hora de intervenir un cerebro quirúrgicamente el objetivo debe ser siempre hacerlo con las mayores garantías, y con la mayor precisión posible, con el fin de no dañar a las zonas sanas, y así no mermar las diferentes capacidades del paciente.
“Desarrollar una cirugía craneal cada vez más precisa es el fin por el que se trabaja en las unidades de Neurocirugía y es lo que permite que todo el equipo quirúrgico (anestesistas, neurofisiólogos, enfermeros…) siga mejor el ritmo de la cirugía, esté más involucrado y trabaje más coordinadamente", relata el especialista.
Especialmente importante es en el caso de las operaciones de cirugía cerebral compleja, como los tumores cerebrales o la cirugía vascular cerebral, el microscopio ‘Kinevo 900’
Especialmente importante es en el caso de las operaciones de cirugía cerebral compleja, según indica el doctor Díez Valle, como los tumores cerebrales o la cirugía vascular cerebral, dos tipos de intervenciones para las que él trabaja con la última generación de robots de cirugía craneal, el microscopio ‘Kinevo 900’, instalado en pocos hospitales españoles, entre ellos el Ruber Internacional, y en su caso, “con el equipamiento completo”.
“Se trata de una plataforma digital de visualización híbrida que asiste el trabajo del cirujano en este tipo de operaciones. Cuenta con una serie de características únicas frente al resto de microscopios. Es una plataforma híbrida y, además del propio microscopio, este dispositivo dispone de una función de exoscopio para seguir la evolución de la operación a través de una pantalla con resolución 4K”, detalla el neurocirujano de Ruber Internacional.
Según defiende, lo último en este tipo de robots quirúrgicos debe facilitar al cirujano movimientos asistidos a la hora de enfocar y de posicionar el microscopio, así como el acceso integrado de un endoscopio para explorar las áreas cerebrales de difícil acceso, “con todas las garantías y la mayor precisión”.
Uno de los problemas con los que se suelen enfrentar los neurocirujanos, según cita, es que en este tipo de cirugías existe la posibilidad de trabajar con un endoscopio, otro aparato con sus ruedas, una torre y una pantalla. “Se pierde mucho tiempo, es poco práctico y perjudica el ritmo de la intervención. En cambio, el dispositivo 'Kinevo 900' no tiene este problema, ya que está todo en la misma máquina. Es cuestión de pulsar un botón, e incluso puedes trabajar con las dos manos a la vez, aumentando la seguridad", defiende el especialista.
Una mínima invasión para el paciente
Por esto, y según celebra, este tipo de dispositivos facilitan una microcirugía de alta precisión, “muy eficaz y con la mínima invasión para el paciente”, tan importante en las cirugías craneales.
Precisamente, otra de las ventajas de este aparato es que dispone de un endoscopio que se puede utilizar en la misma cirugía y está conectado también a la pantalla 4K. “En este robot quirúrgico, el endoscopio, a diferencia del microscopio, es capaz de acceder a las esquinas y eliminar así puntos ciegos de un tumor cerebral, por ejemplo, siendo más preciso en las intervenciones”, agrega Díez Valle.
A la hora de que el cirujano lo maneje, otra particularidad de 'Kinevo 900' es que está montado en un brazo robótico, que se encuentra en todo momento bajo el control del cirujano mediante un ‘joystick’: “Este brazo permite al cirujano memorizar diferentes posiciones del microscopio a las que puede regresar en cualquier momento, así como realizar micromovimientos muy controlados, y sin que la imagen se desenfoque”.
Con 'Kinevo 900' puedes mantener el foco en un sitio y pivotar el microscopio sin perder la orientación en el campo y el foco de trabajo
“Cuando estás enfocando en una zona a veces necesitas mover el microscopio. "Ya sea porque necesitas más distancia o porque tienes que entrar desde otro ángulo para continuar trabajando en la misma zona. Con 'Kinevo 900' puedes mantener el foco en un sitio y pivotar el microscopio sin perder la orientación en el campo y el foco de trabajo", detalla por su parte la neurocirujana del equipo del doctor Díez Valle, Sonia Tejada.
Esta especialista en Neurocirugía infantil destaca igualmente que entre las ventajas de esta tecnología se encuentra que es menos invasiva, algo vital en los pacientes pediátricos, según resalta: "Cuanto menos invasiva sea la intervención, mejor. Todo lo que aporta el microscopio en adultos se multiplica en los niños porque es una cirugía aún más delicada en ellos".
Otra de sus ventajas es la integración de los filtros de fluorescencia disponibles en neurocirugía para distinguir una patología vascular de un tumor, por ejemplo. "Posee los tipos de fluorescencia de neurocirugía más avanzadas del mercado y con posibilidad de hacer mediciones de flujo para tumores y cirugía vascular. Antes no tenías todo en un mismo equipo", según asevera el doctor.
En última instancia, y pese al estado de pandemia, el doctor Díez Valle resalta que el Hospital Ruber Internacional de Madrid ya ha recuperado al completo su actividad asistencial, y además, cumpliendo “con todos los protocolos de higiene, de desinfección y de protección para los pacientes y el profesional sanitario”, frente a la pandemia de coronavirus, según lo acredita la Comisión de Certificación de Applus+Certification, líder mundial en el sector de la inspección, los ensayos y la certificación, otorgándole el sello ‘Protocolo Seguro Covid-19′.