China acaba de dar un paso muy importante en la carrera por la vacuna para el coronavirus. El país asiático acaba de aprobar una de sus vacunas experimentales contra la covid-19 para uso interno del Ejército nacional, con el objetivo de testar su efectividad en miles de militares.
El país cuenta con tres proyectos de vacuna en primera línea de investigación. Dos de ellos los está llevando a cabo la farmacéutica estatal SinoPharm y el tercero, desarrollado por la biofarmacéutica china CanSino Biologics y el Instituto Científico Militar, es la que acaba de lograr la aprobación para su uso interno.
Según ha informado la propia compañía a través de un comunicado, su vacuna -basada en un vector viral del adenovirus, que causa el resfriado común- recibió la aprobación el pasado 25 de junio para "uso por los militares" en el marco de "medicinas de necesidades especiales". Según han insistido en el comunicado, el uso de la vacuna ha sido aprobado únicamente para su "uso interno en el Ejército" y su alcance "no puede ampliarse" sin la aprobación del departamento de Apoyo Logístico de la Comisión Militar Central.
Al parecer, la fase II de los ensayos clínicos finalizó el pasado 11 de junio, por lo que de esta manera entraría en la fase III, donde se tienen que incluir miles de voluntarios sanos. Lo que se hace es inocular a parte del grupo y administrar un placebo a la otra mitad. Después, se expone a los dos colectivos de manera natural al virus y se compara la reacción.
El problema es que para poder llevar a cabo con éxito esta fase, es necesario que el lugar donde se lleven a cabo los ensayos clínicos tenga la suficiente incidencia del virus, cosa con la que China no cumple a día de hoy. Es por eso que otra de sus competidoras, la vacuna británica de AstraZeneca con la Universidad de Oxford, ha llevado sus ensayos de fase III a Brasil.
Cuatro vacunas en fase III
De hecho, otro de los proyectos de vacuna chinos, uno de los dos de Sinopharm, anunció hace unos días que iniciaría pruebas de fase III en Emiratos Árabes Unidos por la misma razón. De esta manera, ya son cuatro los proyectos de vacuna en la última fase de los ensayos clínicos con humanos, ya que a estos tres candidatos habría que sumar la del laboratorio estadounidense de Moderna.
De acuerdo con el texto, las pruebas de la fase II habrían confirmado la seguridad de la vacuna, así como su capacidad de producir "alta inmunidad" frente al SARS-CoV-2 tanto por anticuerpos como por respuesta inmune celular. Todavía no se han publicado de manera oficial los resultados. Debido a la situación de pandemia, China ha optado por acelerar parte de este proceso y ha realizado de manera paralela la fase I y la fase II de sus ensayos clínicos.
El equipo encargado del proyecto está dirigido por Chen Wei, uno de los investigadores más prominentes de la Academia Militar de Ciencias de China. De hecho, fue quien descubrió el primer anticuerpo monoclonal que funcionaba contra el virus, unos resultados que se publicaron recientemente en la revista Science.
Por otro lado, CanSino Biologics desarrolló junto a la Academia Militar de Ciencias china una vacuna contra el virus del Ébola que obtuvo una licencia provisional en 2017.Sin embargo, al prácticamente concluir la epidemia del ébola, la vacuna no alcanzó la fase III de ensayos clínicos y permaneció como reserva nacional de emergencia.