Destacados expertos consultados por la cadena estadounidense NBC News piden precaución al interpretar los datos del estudio 'Solidarity' de la OMS, dado a conocer este viernes y que no ha sido revisado por pares, en el que se cuestionaba la eficacia de algunos tratamientos potenciales contra el Covid-19, como el remdesivir, la hidroxicloroquina, la combinación de los antirretrovirales lopinavir y ritonavir y el interferón.
En este sentido se han pronunciado los investigadores Ken Lyn-Kew, de la National Jewish Health en Denver; Andre Kalil, del Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha; y Cameron Wolfe, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
El doctor Andre Kalil, investigador principal del ensayo del NIH llevado a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha, ha afirmado que el ensayo de 'Solidarity', que ha incluido datos de más de 11.200 personas en 30 países, carece de algunos de los fundamentos críticos para la investigación científica: "No hay monitorización de datos, no hay placebo, no hay doble ciego, no hay confirmación de diagnóstico de la infección". Añadió que "el diseño de un estudio de mala calidad no puede ser arreglado por un gran tamaño de muestra, no importa lo grande que ésta sea".
Por su parte, Cameron Wolfe, experto en enfermedades infecciosas y profesor asociado de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, cuestionó que el estudio 'Solidarity' fuera difundido mediante el procedimiento de la “prepublicación”. A su juicio, esto es algo que "probablemente estuvo bien en enero o febrero, cuando realmente tuvimos una emergencia de salud pública y queríamos difundir información crítica rápidamente".
Sin embargo, sostiene que "estamos en un nuevo contexto en el que cambiar el estándar de atención mediante un comunicado de prensa es un precedente realmente peligroso ".
"Es efectivo"
En este este sentido, Wolfe ha destado que “existen datos de mayor calidad publicados sobre remdesivir que evidencian que “es efectivo”. Aludía así a uno de los fármacos que se incluyen en el estudio 'Solidarity' y del que la semana pasada se publicaron nuevos datos del ensayo ACTT-1 impulsado por el Niaid en el 'New England Journal of Medicine', que era un estudio doble ciego con placebo.
Los expertos consultados también han indicado que no es de extrañar que el remdesivir, que recibió una autorización de uso de emergencia por parte de la Administración estadounidense en mayo, no pareciera beneficiar a los pacientes más enfermos, ya que es un medicamento antiviral y los antivirales generalmente son más efectivos cuando se administran al comienzo de la enfermedad. Una vez que la inflamación se haya extendido por el organismo, un medicamento antiviral para reducir la cantidad de virus en el cuerpo sería mínimamente efectivo en el mejor de los casos.
En esta línea, Lyn-Kew añadió que "sabíamos que en las poblaciones más enfermas, realmente no cambiaba los resultados". "Este estudio simplemente refuerza que no es una droga milagrosa", señaló este experto de la National Jewish Health de Denver.
Por su parte, Wolfe destaca que las personas infectadas con Covid-19 generalmente pasan por una fase inicial de infectividad que podría verse beneficiada con un tratamiento antiviral. "La segunda fase es mucho más hiperinflamatoria", ha explicado Wolfe. "Probablemente no sea sorprendente que si estás en medio de esa fase secundaria recién inflamada, un medicamento antiviral tenga menos impacto". Este experto también ha expresado su frustración porque la OMS difundiera el informe mediante una “prepublicación” y sin haber sometido el estudio a una revision.