"Matar a un solo elefante puede dejar a su familia devastada", es el titular de una carta al director que, ilustrada por una fotografía de una familia de paquidermos, muestra la pésima imagen internacional que ha dejado la actividad cinegética de Juan Carlos I mientras el país está próximo a una intervención y vive sus peores momentos. Ben Williamson, de la oficina de prensa de la asociación en defensa de los animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), asegura que "la falta de compasión y respeto por la vida del Rey Carlos (sic.) nos trae a la mente las palabras de Leonardo da Vinci, que habría cumplido 560 años esta semana: "Realmente el hombre es el rey de las bestias, por su brutalidad las supera... llegará el día en que hombres como yo vean el asesinato de animales como ven ahora el asesinato de los hombres".
Este día, cierra la carta, "no ha llegado todavía para el monarca de España". En la misiva también se recuerda que "está comprobado que los elefantes son capaces de sentir emociones, incluyendo alegría, tristeza, enfado y simpatía. Juegan entre ellos y tienen la razón suficiente para poder utilizar herramientas, además de una memoria excepcional. Trabajan juntos y se protegen los unos a los otros. Cuando uno de ellos muere el ritual para despedirlo rivaliza con muchos de los que los seres humanos han desarrollado".