La princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein ha reaparecido por sorpresa este martes en el funeral por Nelson Mandela en Johannesburgo. La aristócrata de origen alemán, que acompañaba al Rey de España durante su desgraciado safari por Botswana en el que se rompió la cadera, ha aparecido como acompañante de Charlene Wittstock, la esposa de Alberto de Mónaco.
Las últimas informaciones relativas a Corinna la situaban, precisamente en la ciudad de la Costa Azul, donde una cadena de televisión española pudo contactar con ella a las puertas de los lujosos apartamentos en que reside. En el mes de septiembre de este mismo año, la alemana había concedido una entrevista a la revista 'Vanity Fair' en la que lo definía como "un caballero anciano con problemas de salud que necesita apoyo".
Siempre se había hablado de lo bien relacionada que estaba Corinna Larsen (su nombre de soltera), lo que ha vuelto a demostrar al acudir como asesora de la exnadadora sudafricana esposa del príncipe del pequeño país mediterráneo. Corinna asesora a Wittstock en cuestiones de imagen. Hace unos meses, según 'El Mundo', acompañaba al matrimono en un viaje a Rusia y Nueva York. Pero su relación con Wittstock es especialmente buena, y con ella ha hecho viajes en solitario a París (para una cena de gala ofrecida por Ralph Lauren) y ahora a Sudáfrica.
Como ha informado este diario, Corinna dista mucho de ser una 'mujer florero', y su especialidad es la intermediación en todo tipo de negocios. Junto al Rey de España ha intermediado con el príncipe saudí Salman bin Abdulaziz al-Saud, también buen amigo del monarca español.