Sociedad

Un alcalde murciano del PP, tres meses sin ir al consistorio por prescripción médica

El alcalde lleva 28 años en el cargo y desde septiembre no pisa el Ayuntamiento porque un médico le ha prescrito que "no lleve ninguna carga de tipo político". No está de baja laboral, no cobra ni cotiza y ha delegado en el primer teniente de alcalde. 

  • Miembros de la corporación local murciana, con el alcalde en el centro

El alcalde del municipio murciano de Abanilla, Fernando Molina, del PP, lleva desde septiembre pasado sin ir al Ayuntamiento porque un médico le ha prescrito que "no lleve ninguna carga de tipo político", aunque no se encuentra de baja y acude con normalidad a su puesto de director de un colegio.

El alcalde, el más antiguo de esta región y que lleva 28 años en el cargo, ha explicado hoy a Efe que no está de baja laboral porque no cobra ni cotiza por su trabajo en el Consistorio y porque el médico le ha recomendado que siga ejerciendo como hasta ahora de director del colegio.

Fernando Molina, que no se presentará a la reelección en mayo de 2015 y que delegó por un decreto la alcaldía en el primer teniente de alcalde, Pascual Martínez, no asiste a plenos ni a juntas de gobierno desde el verano, lo que ha generado multitud de quejas y peticiones de dimisión de los grupos de la oposición.

El regidor ha subrayado que "en absoluto" hay desgobierno en Abanilla, ha criticado la forma en que se ha malinterpretado su situación personal y ha dicho que han sacado a la luz su ausencia del Consistorio porque "en 28 años de trayectoria, sin haber cobrado ni un euro en dietas, no tienen qué criticar".

Dos meses de 'tranquilidad'

Molina acudió el 9 de septiembre pasado a su médico de atención primaria del centro de salud de Abanilla aquejado de una subida de tensión arterial y de problemas de "nerviosismo, ansiedad y estrés", lo que llevó al facultativo a emitir un parte con la prescripción: "Por motivos de salud, no debe llevar ninguna carga de tipo político durante al menos dos meses".

El alcalde ha asegurado este martes que se encuentra mucho mejor y que volverá al Ayuntamiento en breves fechas, y ha insistido en que era la primera vez, en casi treinta años de alcalde, que atravesaba por un estado ansioso de ese tipo. "Ser alcalde de un pueblo pequeño te obliga a estar 24 horas pendiente de absolutamente todo", ha explicado el regidor, que antes de su llegada al Ayuntamiento ya era director de un colegio público, en el que también trabaja su esposa.

El municipio de Abanilla, con una superficie de 234 kilómetros cuadrados y una población de unos 6.500 habitantes, se encuentra entre los términos murcianos de Jumilla y Fortuna y los alicantinos de Pinoso, La Algueña y Orihuela. 

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