La alemana Corinna Zu Sayn Wittegenstein ha reaparecido en el ámbito del colorín internacional, y lo ha hecho acompañando a Alberto II de Mónaco a Sochi, donde ambos apoyan a los atletas monegascos en los juegos olímpicos de invierno que se celebran estos días en la ciudad rusa, según publica la revista Semana.
La 'entrañable amiga' del rey Juan Carlos se encarga de asesorar a Charlene, mujer de Alberto, en relaciones internacionales, y lo hace desde que abandonara España al estallar el escándalo de la caída del rey en Botswana, momento en que se trasladó a vivir al principado. Desde entonces, no se ha separado de la sudafricana, aunque a veces Charlene prefiere quedarse en el hotel y es Corinna quien parece ejercer de primera dama. Es el caso de esta ocasión, en la que la alemana no acudió a acompañar a la exnadadora en un acto sino a su marido Alberto, con quien presenció la prueba de 5.000 metros de velocidad sobre hielo en pista corta.
Según la publicación, la alemana ha acudido junto a la pareja a diversos actos oficiales donde se les ha podido fotografiar, aunque esta es de las pocas veces en las que aparece sola con Alberto de Mónaco compartiendo alguna que otra confidencia durante la competición deportiva. Sin embargo, también habría acudido a Sochi la mujer del monarca, y ambos habrían protagonizado momentos de pareja presenciando pruebas como el descenso olímpico.
Estas informaciones habrían molestado profundamente a la Casa Real española, con quien la familia real monegasca mantenía una estrecha relación hasta el aprieto en el que Alberto II, miembro del COI, puso a la candidatura olímpica de Madrid con una de sus preguntas para evaluar la futura sede. Dicha relación habría empeorado aún más desde que Corinna fuese contratada para asesorar a Charlene, y ejemplo de ello fue que ningún miembro de la Familia Real acudió a la boda de Alberto y Charlene, según informa El Mundo.