Sociedad

Diez años tras el Ébola en España: “Las enfermedades tropicales han venido para quedarse”

Estas patologías son prevalentes en regiones tropicales y suelen estar relacionadas con malas condiciones socioeconómicas

  • Centro de tratamiento del Ébola en República Democrática del Congo -

El 21 de octubre de 2014, hace exactamente diez años, la auxiliar de enfermería Teresa Romero se curó del virus del Ébola tras superar con éxito las dos pruebas médicas necesarias. Romero se contagió de esta enfermedad tropical después de atender a dos misioneros españoles a su vuelta de África. Ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado una Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional por la Epidemia de Enfermedad por el Virus Ébola en África del Oeste.

Teresa Romero fue la primera persona en contagiarse del Ébola fuera del continente africano y su caso significó un punto de inflexión en el tratamiento de este virus y otras enfermedades tropicales. La especialista en Medicina Importada y Salud Internacional, Marta Arsuaga Vicente, explica que aquel suceso “permitió conocer la enfermedad más de cerca y ver que estas enfermedades son una realidad”.

A raíz de este acontecimiento, la medicina española inició nuevos métodos para combatir la enfermedad, como tratamientos y vacunas, y “se pudieron hacer estudios y ensayos clínicos” por primera vez. Además, en España se desarrollaron Unidades de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN), necesarias para tratar “de una forma más conveniente, específica y rigurosa” enfermedades de este tipo y, a su vez, garantizar la protección de los trabajadores sanitarios.

Un mundo globalizado

Arsuaga explica que todavía hay muchas enfermedades tropicales que se consideran desatendidas y “sobre las que prácticamente no hay inversión, desarrollo ni investigación”. Además, asegura que las enfermedades tropicales “han venido para quedarse” debido a la globalización del mundo, donde “lo que pasa en una zona rural de África” puede afectar a otros países.

La doctora también destaca el “cambio en el perfil” de los viajeros internacionales como un factor que favorece a esa importación de enfermedades. Comenta que, antes, los destinos escogidos eran “más turísticos”, mientras que ahora buscan otros “lugares más recónditos” y ponerse en contacto con las personas autóctonas para “tener una experiencia vital”.

Arsuaga argumenta que, de esta forma, las personas se acercan más a las patologías infecciosas y razona que, debido a ese factor, las enfermedades tropicales “están en auge”. “En la medida en que sigamos viajando, y cada vez se viaja más, más prevalentes serán las enfermedades importadas en nuestro medio”, declara la especialista en Medicina Importada y Salud Internacional.

Sin embargo, aclara que “cada día se tienen más presentes” estas enfermedades y que España tiene “una buena red de atención a los pacientes”. Comenta que los médicos deben “estar preparados” y para ello hay que “conocer muy bien la epidemiología” y los nuevos brotes y alertas sanitarias. Arsuaga ejemplifica esta situación con el brote del virus Oropouche que ha tenido lugar este año en algunos países de América del Sur y del Caribe. “Habíamos oído hablar poco del virus y este año hemos empezado a ver pacientes que han venido con la enfermedad”. Generalmente, los tratamientos para estas patologías “llevan a una curación” y si se aplican temprano “suelen tener un curso bueno”, aunque a veces es inevitable el ingreso médico.

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