Los estudiantes consideran que las soluciones que les están proponiendo desde la Universidad ante la “desorbitada” subida de las tasas son “ridículas”. Una de las alternativas lanzada desde la Complutense es que sean los propios estudiantes quienes se busquen sus medios de financiación a través de fiestas, conciertos, venta de libros de segunda mano, etc. “Esto es ridículo” afirman los universitarios, que lo que exigen es “que se destinen fondos para la Universidad pública y que no recaiga esta recaudación sobre los estudiantes para pagar por un derecho ya conquistado”.
El objetivo de los estudiantes, que llevan más de seis días encerrados en el Rectorado de la Complutense a modo de protesta, es “articular un fondo de becas de emergencia para estudiantes en riesgo de exclusión de la educación”, según recogen en un comunicado, en el que también se reclama que no se expulse a ni un solo estudiante de la Universidad.
Exigen “que se destinen fondos para la Universidad pública y que no recaiga esta recaudación sobre los estudiantes"
Raquel, estudiante de biología de la universidad Complutense, explica que las decisiones durante este encierro se están tomando de modo asambleario. Se queja de que a los estudiantes afectados “se les está denegando la beca por motivo académicos y no económicos”. En este sentido, explica que estas becas “están para paliar la falta de recursos económicos de las familias de cara al pago de las tasas en una Universidad pública”. Por eso, “no creen que deban entrar criterios académicos, porque las familias de clase acomodada tendrían más facilidades”.
Raquel considera que en una Universidad pública “no debería quedarse ningún estudiante fuera por no poder pagar las tasas”. Cuenta además que muchos alumnos se dieron cuenta de la baja de la matrícula al entrar en el campus virtual y sin haber recibido aviso previo.
Para los estudiantes, la propuesta del Rectorado de ampliar los plazos de pago de la matrícula hasta el 20 de septiembre y además readmitir en el campus virtual a los afectados es una solución a todas luces insuficiente. Consideran escasa la prórroga del pago “si no se le da una solución a la imposibilidad que tengan algunos de llevarlo a cabo”. Y ven amparada su reivindicación “por las firmas de miles de estudiantes y trabajadores, y la solidaridad activa de toda la comunidad educativa”.
Los estudiantes piden al rector de la Complutense, José Carrillo, “que se posicione del lado de los 3.139 estudiantes afectados, que no son sino víctimas de la crisis del sistema capitalista”.