Una de las dos menores que permanecían ingresadas en el hospital Materno Infantil de La Coruña tras el accidente del sábado en un rally ha muerto la noche de este domingo, informan a Efe fuentes médicas. Con esta ya son siete las víctimas mortales en este trágico siniestro ocurrido el sábado en la localidad coruñesa de Carral. Los otros seis fallecidos recibirán mañana sepultura en las localidades coruñesas de Cambre y Carral, donde residían.
De los dieciséis heridos, diez han recibido ya el alta médica mientras que otros cinco permanecen ingresados en varios hospitales de la ciudad, han informado a Efe fuentes médicas. Un menor sigue en el Materno Infantil y los otros cuatro heridos en el Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (CHUAC), uno en la UCI en estado muy grave y otros tres en planta en estado menos grave. Otra persona ha sido atendida en el Hospital Modelo y también ha sido dada de alta, han indicado las fuentes.
Seis personas murieron en el acto
El sábado, seis personas murieron arrolladas por un coche que participaba en el Rally de La Coruña. El accidente ocurrió a las 20:00 horas en un tramo del recorrido a su paso por Carral, en las inmediaciones de la iglesia de Paleo, donde uno de los coches se ha salido de la carretera. Entre las fallecidas había dos embarazadas. El vehículo, un Peugeot 206 XS, impactó contra los aficionados, causando la muerte de seis personas -cuatro mujeres y dos hombres-, en una zona desde la que numerosos aficionados contemplaban el desarrollo de la prueba. El piloto que conducía el coche era de la localidad en la que se produjeron los hechos.
Testigos presenciales explicaron que la situación fue "de caos" por la afluencia de familiares que se acercaron a las inmediaciones del accidente, en una zona en curva donde se concentra bastante público. Más de 130 coches estaban inscritos en esta prueba del Rally de La Coruña, que computa para el campamento gallego. Miembros de la organización del rali afirmaron que las víctimas estaban en una zona restringida y que los comisarios de la prueba habían avisado, en varias ocasiones, de que se debía abandonar el lugar que estaban ocupando.