Las camisetas de fútbol son un producto cada vez más valorado. En las tiendas oficiales de Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, la primera equipación de adulto 'versión fan' cuesta unos 100 euros —entre 99,95 € y 104,99 €—.Todo ello sin personalizarla, en el caso de añadir el dorsal de algún jugador o los parches de las competiciones, el precio asciende hasta 30 o 35 euros. El importe sigue creciendo si el aficionado decide comprar la 'versión jugador' —también llamada Authentic, Vapor Match o Advanced Tech—, que replica con mayor exactitud la prenda que visten los futbolistas. Los precios de estas equipaciones oscilan entre los 150 y 185 euros.

Estos precios han aumentando progresivamente durante los últimos años y no han sido lo único que ha crecido. La opción de comprar falsificaciones y réplicas más baratas de las mismas camisetas también se ha vuelto más popular. Gerard Guiu, director general de la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema), afirma que España es el segundo mayor consumidor de falsificaciones de Europa, solo superado por Bulgaria.

La Policía Nacional explica que "el consumo de productos falsificados en el tiempo ha aumentado" y más en el último año. Así lo explica José Luis Gómez Pidal, jefe de la sección de delitos contra la propiedad intelectual e industrial de la UDEV central de la Comisaría General de Policía Judicial. El reciente aumento se debe, en parte, a la celebración de grandes eventos deportivos como la Champions, Eurocopa, Copa América o Juegos Olímpicos durante el mismo curso.

Ante ese calendario, Gómez Pidal explica que preveían que ese incremento pudiera "ocurrir" y se anticiparon "sobre determinados mercados". Gracias a ello, la Policía Nacional ha podido incautar "un montón de mercancía antes de que llegara a la calle", como las once toneladas de camisetas de fútbol falsas intervenidas antes de la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund. El inspector jefe detalla que estas falsificaciones iban destinadas tanto a la venta ambulante como por Internet. También, añade que el crecimiento de estos delitos ha sido mayor en su forma online frente a los top manta: "La venta por Internet es más potente".

Webs de camisetas de fútbol

Vozpópuli se ha puesto en contacto con una persona que dirige una web de "venta de réplicas deportivas", quien ha preferido mantener su anonimato. Esta persona inició su "negocio" durante el Mundial de Catar 2022 y cuenta que, "obviamente", el aumento de los precios de las camisetas de fútbol tuvo que ver "en gran parte" para la formación de su página: "Vi una necesidad entre la gente con pocos ingresos, como yo mismo, de comprar las camisetas que nos gustaban".

Sus camisetas cuestan "en torno a 25 y 30 euros" y se venden "como churros". Además, la calidad es G5, la "mejor" en cuanto a réplicas. Incluso, intuye que "muchas de las camisetas están sacadas directamente de los almacenes originales de Adidas o Nike" ya que no ha encontrado "ninguna diferencia" con las oficiales.

Su web funciona "mediante las redes sociales, principalmente, y gracias al 'boca a boca'". De esa forma, la gente recomienda sus productos y se genera una "red de clientes" casi "constante". "Aproximadamente, en torno al 60-70 % de mis clientes han repetido con su pedido", afirma. Esta persona se pone en contacto con su proveedor de China, quien realiza los envíos mediante Ali Express especificando el envío de un producto distinto al de las camisetas. Los paquetes llegan a puertos del Mediterráneo y finalmente se distribuyen entre los compradores.

Dicha persona, reconoce que "Instagram ofrece más seguridad a cada perfil" porque no exige la aportación de "tantos datos personales" como otros medios. Además, aclara que la red social "no puede controlar quien tiene la licencia para vender este tipo de camisetas", por lo que la venta "es mucho más fácil desde Instagram": "De primeras no es fácil de ver si es una réplica o es la misma".

Precisamente, sobre los envíos online y las redes sociales, el director general de Andema, Gerard Guiu, comenta que "el problema añadido de Internet es que es más difícil de detectar" estas falsificaciones "al entrar por pequeña paquetería" y debido al "anonimato" de los vendedores. José Luis Gómez agrega que, debido a esta expansión por Internet, hay personas de "cierto estatus" que muestran sus productos en redes sociales y "generan dudas en el comprador" ya que relacionan al individuo con "una señal de autenticidad".

La cultura "de lo gratis" en España

La persona encargada de esta web de falsificaciones de camisetas de fútbol reconoce que, aunque su negocio no es "lo peor que hay en este tipo de mercados", reconoce que "no está bien". Por eso, ha preferido no "expandir mucho el negocio". Sin embargo, afirma que "tampoco está bien que las camisetas" cuesten tanto.

González Pidal señala que, precisamente, esa es la principal "justificación" de los compradores y que esa es una "lectura equivocada" ya que los precios de "muchas marcas" tienen que ver con su "lujo o estatus". Además, comenta que, en España, la compra y venta de falsificaciones "no tienen un reproche social importante" y están más normalizadas que otras prácticas ilegales: "Si alguien no puede permitirse un Ferrari no se le pasaría por la cabeza robarlo, ¿verdad?"

El inspector jefe opina que esta mentalidad podría cambiar "con más educación" acerca de lo que suponen estos negocios ilegales y la contribución del comprador con ellos. "Eso contrarrestaría el ímpetu que tiene la gente de lo gratis en España", afirma José Luis Gómez Pidal. Acerca de esa colaboración, Gerard Guiu comenta que "detrás de una falsificación no hay sólo un producto barato", sino que estos artículos pueden perjudicar al comercio legal, a la economía y al empleo del país y puede haber "mafias organizadas" culpables de "blanqueo de capitales y otros delitos muy graves".

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