La antigua cúpula de Caja Castilla-La Mancha, liderada por su ex presidente Juan Pedro Hernández Moltó y su antiguo director general Ildefonso Ortega, tendrá que rendir nuevamente cuentas ante la Justicia. La petición por parte del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz de información sobre los préstamos concedidos a empresarios relacionados con el sector del ladrillo que podrían haber generado un agujero cercano a los 300 millones a la entidad aflorará que la entidad fue excesivamente permisiva con acreedores como Luis Portillo, Domingo Díaz de Mera y empresas como Grupo Lábaro.

La denominada Autovía de los Viñedos, que une las localidades de Toledo y Tomelloso, fue uno de los proyectos de infraestructuras estrella de la época de José María Barreda como presidente de Castilla-La Mancha, junto al aeropuerto de Ciudad Real. La inversión, cercana a los 300 millones de euros, se financió a través de una emisión de bonos cuya solvencia ha seguido el mismo camino que el tráfico de la vía: descendente. Tras la última rebaja de Moody’s, comunicada ayer, la nota de la concesionaria es idéntica al rating soberano de países como Grecia, Cuba o Ecuador.