El exministro del Interior cree que los países occidentales viven una batalla entre un 'statu quo' relativista y populismos oportunistas de todo pelaje. Estos últimos se estarían aprovechando de la desideologización de las formaciones tradicionales y de lo que Mayor Oreja denomina la "crisis de la persona": "No nos conformamos con nada; eso lleva a la gente a extremar sus posiciones políticas".