Donde hay consenso no hay democracia pues ésta se rige por mayorías y minorías, mientras que el consenso en el poder es propio de las comunidades religiosas y las subastas amañadas
El Gobierno subió las pensiones un 0,9% en 2020 pensando que los precios subirían en ese porcentaje, pero ahora admite que la inflación caerá un -1,5% en promedio este año
Los problemas que arrastra nuestro país son lo suficientemente graves como para que, de una vez por todas, la clase política se arremangue y empiece a ser de utilidad
Las medidas de Draghi, ya exhaustas, expolian al ahorrista, fomentan las burbujas e incrementan la oferta agregada, por lo que empeoran la deflación futura
Discrepancias y debates académicos aparte, lo que nadie niega es que durante décadas de deflación, con períodos depresivos durante las recesiones, hubo un aumento considerable del nivel de vida
Se tiende a explicar la deflación por la alta productividad de los factores de producción. Y sí, en parte es debido a eso, pero no debe olvidarse otro factor: la aparición de nuevos actores que están rompiendo el actual ‘statu quo’ de competencia
Como ya pasó a finales del siglo pasado, la evolución del precio del oro sugiere que podríamos estar cerca de un alza explosiva y la irrupción de una burbuja corta
La presidenta de la Fed pronostica que la inflación se comportará con normalidad en los próximos trimestres. Sin embargo, el mercado y algunos de los principales gurús ponen en duda tal afirmación.
"El decrecimiento de la población, el contexto deflacionista y el hecho de que hostelería, restauración y caterings (horeca) haya vuelto a crecer en 2014" son las causas argumentadas por su CEO, Ricardo Currás.
La caída de los precios se acelera mes tras mes. Con el dato de enero, el IPC interanual encadena su séptima tasa negativa debido principalmente al abaratamiento de los carburantes. Pese a todo, el Gobierno descarta que haya deflación.
Los intereses que ofrece la deuda de los principales países salvo Alemania se sitúan en el punto más bajo de los últimos 200 años. Y este fenómeno tiene preocupantes consecuencias para la recuperación española.
Un día después del anuncio del BCE, el coste de la deuda pública cae en toda Europa entre 8 y 10 puntos. La banca española también se beneficia y se dispara en bolsa en torno a un 3%. En cambio, el euro se resiste y apenas baja.
El presidente del BCE trasladó al mercado que va a facilitar liquidez en masa durante 4 años. Sin embargo, al poco de desatarse la euforia, los mercados pisaron un poco el freno. La letra pequeña del plan de Draghi puede restarle potencia.
España tiene un 61% de probabilidades de caer en la deflación. El país está en "alto riesgo" de caer en una bajada continuada y generalizada de precios que frene la economía, advierte el organismo internacional.
¿Qué pasaría si el Banco Central Europeo saca toda la artillería y no funciona? ¿Acaso se estaría fomentando la pervivencia de un sistema bancario zombie? Conozca las razones por las que Draghi ha preferido esperar...
El ministro de Economía resalta desde Atenas que no hay un problema de deflación sino de una inflación muy reducida. En marzo la eurozona marcó un 0,5% y España se quedó en el -0,2%.
Según dos economistas de la entidad suiza de banca privada Julius Baer, "lo más probable es que la inflación de la eurozona mantenga vivo el debate sobre el riesgo de que ésta pueda entrar en una posible deflación".
¿Qué pasaría si la crisis simplemente se hubiese acabado y en realidad nos estuviésemos enfrentando a un nuevo escenario en el que el escaso crecimiento es lo normal, una especie de estancamiento secular?, planteó el exsecretario del Tesoro estadounidense y asesor de Obama ante una selecta audiencia en un foro del FMI.
De esta manera, los precios acumulan su octavo mes consecutivo a la baja después de que en marzo registraran su primer descenso en 45 años. La caída de octubre es la más elevada desde febrero de 1962, cuando los precios bajaron un 6,1%.
No registraba una tasa negativa desde octubre de 2009, cuando la tasa interanual se colocó en el -0,7%. Se abre la puerta a una deflación, aunque haría falta un periodo prolongado de caída de precios para ello. Ya lleva cuatro meses consecutivos de descensos.