El control que, a priori, ejerce el Estado sobre la expansión de las delegaciones del Govern en el extranjero no surte efecto: la creación de embajadas avanza a buen ritmo y las ya existentes mejoran sus instalaciones. La delegación del gobierno catalán en Suiza pasa de ocupar un espacio en una multioficina a asentarse en un espacio propio más amplio.

Las intenciones del presidente dela Generalitat, Artur Mas, de dirigir su mensaje independentista a las autoridades comunitarias a través de su delegado en Bruselas, Amadeu Altafaj, han sufrido un nuevo portazo. Con este nombramiento, el gobierno catalán pretendía que “Cataluña fuera interlocutor directo” con la UE, algo que han rechazado en una carta las autoridades de la Comisión Europea.