La ‘embajada’ de la Generalitat en Ginebra se ha trasladado a una nueva sede más amplia. La oficina del gobierno catalán en Suiza se ha mudado desde la calle Cité a la calle Rousseau de la urbe, según han confirmado fuentes de la Generalitat a este medio de comunicación. De esta manera, la delegación del gobierno catalán en Suiza pasa de ocupar un lugar en una multioficina a asentarse en un espacio propio más amplio.
El control que, a priori, ejerce el Estado sobre la expansión de las delegaciones del Govern en el extranjero no surte efecto. Y es que la creación de “embajadas” catalanas en el exterior avanza a buen ritmo. Según los datos aportados por la Generalitat, el gobierno catalán cuenta con delegaciones en Túnez, México, Argentina, Portugal, Países Nórdicos [sic], Europa Central, los países bálticos, los países balcánicos, Francia, Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irlanda, Alemania, y la Unión Europea.
Además de crear nuevas delegaciones como las de Túnez o México, las “embajadas” de la Generalitat ya existentes mejoran sus instalaciones. Este es el caso de la oficina del gobierno catalán en Suiza, que pasa de ocupar un espacio en una multioficina -en la calle Cité de Ginebra junto a 70 empresas más- a instalarse en un espacio más amplio que está situado en la segunda planta de un edificio ubicado en el número 38 de la calle Rousseau.
Una planta entera
La oficina de la Generalitat en Suiza, dotada ahora de más recursos, pasa a compartir un edificio de cuatro plantas con otras tantas empresas. La delegación catalana ocupa una planta entera. Un espacio propio más amplio que el anterior y al que, por tanto, el gobierno catalán destinará más recursos económicos.
El “delegado del Govern en Suiza” es Manuel Manonelles (Sabadell, 1975), licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración que desde 2017 da clases como profesor visitante en la Universitat Ramon Llull, según la información aportada por la Generalitat.