En los últimos meses, los grandes grupos constructores han visto como algunos de sus principales accionistas han tenido que hacer caja con ellos, en la mayor parte de los casos para evitar males mayores en sus finanzas personales. El episodio más reciente ha sido protagonizado por Esther Koplowitz en FCC pero antes fueron Juan Abelló y José Manuel Loureda en Sacyr y también los Albertos en ACS. Las desinversiones han totalizado casi 800 millones de euros.

Abel Matutes, exministro de Asuntos Exteriores y afamado empresario del sector turístico, ha explotado durante los últimos años una auténtica mina de efectivo, a través de una de sus sociedades instrumentales que le ha hecho ingresar algo más de 60 millones de euros sólo en concepto de dividendos. Eso sí, este dinero ha tributado en Holanda, país donde está radicada la patrimonial y que cuenta con un sistema fiscal notablemente más ventajoso que el español.

La familia Del Pino, principal accionista de Ferrovial, ha repatriado la sociedad holandesa a través de la que hasta ahora controlaban su participación en el grupo constructor, que se aproxima al 44% del capital. El vehículo, denominado Sobla Beleggingen BV, ostenta el 100% de Portman Baela, la instrumental que emplea Del Pino para custodiar las acciones de Ferrovial. Holanda cuenta con ventajas respecto a España en lo que se refiere a la fiscalidad de las sociedades.

Indemnización millonaria en Ferrovial. Joaquín Ayuso, histórico dirigente del grupo de construcción y concesiones, percibió al cierre del pasado año 8,1 millones de euros como compensación por dejar de ser consejero ejecutivo de la compañía. Ayuso ocupa ahora el cargo de vicepresidente no ejecutivo y sigue en el consejo de la empresa, aunque tan sólo percibirá las dietas.

Casa Grande de Cartagena, el family office de la familia Del Pino, principal accionista de Ferrovial, es uno de los fieles reflejos de las consecuencias de la crisis. Tras la última reducción de capital llevada a cabo por la sociedad en los últimos días, su capital en la actualidad es aproximadamente un 60% inferior al que presentaba justo antes del inicio de las turbulencias financieras, cuando vendió su parte en Ferrovial y apostó por inversiones bursátiles.

Los nombres que históricamente han presumido en España de ser los más ricos, vuelven a sobresalir, aunque sólo sea por eliminación. Aquellos que en tiempos recientes accedieron a las posiciones de liderazgo en las clasificaciones de fortunas, principalmente gracias al apalancamiento, se han hundido y permiten comprobar que los VIP de siempre, los que tienen dinero de verdad, seguían estando ahí. Sin llamar la atención, pero con su patrimonio a buen recaudo. Son los March, Alicia Koplowitz, Jove...

El efecto de la crisis y los desplomes bursátiles en las carteras de las grandes fortunas ha sido absolutamente devastador. En los cinco últimos años, desde el estallido de la burbuja generada por la hipotecas subprime en EEUU, el valor de las inversiones bursátiles de los grandes patrimonios se ha depreciado cerca de 18.000 millones de euros. Pero el desplome es aún mayor si se resta la aportación de Amancio Ortega, el único gran patrimonio que ha conseguido que su cartera engordara en estos años. Sin su efecto, el adelgazamiento de las grandes fortunas en bolsa se va hasta los 30.500 millones de euros.