Cuando no tenemos responsabilidades podemos ir a nuestro aire y organizarnos los viajes en función de lo que nos apetece, de la compañía, del dinero y el tiempo que tengamos. Pero cuando alguien depende de nosotros no nos podemos tomar las vacaciones a la ligera. Es el caso de esos pequeños seres que nos acompañan en nuestro día a día y con quienes no debemos de dejar pasar la oportunidad de disfrutar de su presencia en nuestro tiempo libre. Sí, estamos hablando de nuestros perros.

El lugar escogido por Inma y Christian para su hotel no podía ser más atractivo. En Ronda, en la antigua Judería, junto a los antiguos Baños Árabes. Un lugar que mantiene los cánones de la arquitectura serrana rondeña: paredes encaladas, rejas y geranios en las ventanas, farolillos de forja en la fachada. Desde el jardín, con su piscina rodeada de macetas floreadas, se puede disfrutar de unas magníficas vistas a la muralla de la ciudad.