El ministro Soria sella el acuerdo con Argentina para que Repsol reciba 5.000 millones de dólares en bonos garantizados, no en 'cash', y sin activos de Vaca Muerta. Pemex, que junto a La Caixa ha promovido el acuerdo, se quedará con la explotación de parte de los pozos expropiados a Repsol gracias a la alianza que firmará con YPF. Desde Madrid, Antonio Brufau, que no pudo viajar a Buenos Aires, lanza una nota en la que recuerda que es el consejo de Repsol el que tiene la última palabra. Todas las partes desistirán de las acciones legales en curso.

Aquella convocatoria tenía todos los visos de ser una encerrona, y de hecho Antonio Brufau, presidente de Repsol, la sintió como tal cuando, el sábado 1 de junio pasado, se dirigía hacia el Hotel Arts de Barcelona, donde acababa de ser citado por los tres accionistas de referencia de la petrolera: el presidente de La Caixa, Isidro Fainé; el de Sacyr, Manuel Manrique, y el de Pemex, Emilio Lozoya.

En un almuerzo privado celebrado en Panamá con motivo de la Cumbre Iberoamericana, el presidente de México pidió al español que intervenga para solucionar el conflicto que libra Repsol con Kirchner, y que se ha extendido a Pemex, accionista de la española. Peña Nieto advirtió a Rajoy de que éste ya es un conflicto entre países, más que entre empresas, que está bloqueando los intereses de México en Argentina y se quejó de la poca diligencia de Repsol en la búsqueda de un acuerdo con Argentina.

Kirchner depositará 1.500 M. de dólares en una cuenta del Banco Nación para compensar a Repsol por YPF. Es un caramelo envenenado, ya que supone un gesto de buena fe de cara al proceso arbitral que librará en el Tribunal Internacional Ciadi. La petrolera española tendrá que rechazar la propuesta, que se interpreta como una nueva maniobra de Argentina para evitar el pago de una indemnización razonable.

El nuevo plan estratégico de YPF, cocido en secreto mano a mano con la Casa Rosada, prevé acuerdos para invertir en Vaca Muerta con los gigantes petroleros Total, Cnooc, PAN y Petrobras, lo que obligará a Repsol a presentar más demandas y arbitrajes como ya ha hecho con la estadounidense Chevron. El enfrentamiento de la petrolera española ya no sólo será con interses de EEUU en el país, sino también con empresas de Francia, China, la propia Argentina y Brasil.

El mandato del consejo ha surtido efecto. Repsol pone en marcha junto a Pemex una comisión paritaria para conseguir un buen acuerdo con Kirchner sobre YPF. García Blanco por la española y Emilio Lozoya por la mexicana encabezan el comtié negociador, que tratará de aprovechar las buenas relaciones de éste último con la Casa Rosada y con Galuccio (YPF). Si no se firma la paz, Pemex venderá su 9,3% de Repsol para centrarse en Argentina.