Jarro de agua fría para Orange y MásMóvil. Ambas compañías firmaron un acuerdo de fusión que debería ser refrendado por el regulador de la Comisión Europea, pero los funcionarios de competencia en Bruselas se muestran, de momento, desconfiados. Ambos operadores recibían un informe con las conclusiones del estudio de viabilidad de la fusión y sus consecuencias para la competencia.
En el mismo se refleja que existe un claro riesgo de que haya "grandes subidas de precio", debido a que se recortaría de cuatro a tres el número de grandes operadores en España. A saber: Telefónica, Vodafone, y MásMóvil&Orange.
Ahora es turno de que Orange y MásMóvil formulen su contestación a las dudas planteadas por el organismo de control de la competencia de la Comisión Europea.
El 4 de septiembre es la fecha tope en la que Bruselas tendrá que decidir si finalmente la operación va hacia adelante, con las correspondientes condiciones o remedies, o por el contrario queda en agua de borrajas.
Si la fusión es una realidad, Orange y MásMóvil se convertirían en el operador más grande de España atendiendo al número de clientes, que no por ingresos, área en la que Telefónica manda con mano de hierro.
Bruselas ya dejó claro al iniciar la investigación -algo habitual en este tipo de procesos- que temía que la fusión afectara a los mercados mayorista y minorista.
"Valoramos positivamente que la Comisión Europea haya retirado las consideraciones sobre el mercado mayorista. Seguimos confiando en el resultado del proceso y vamos a seguir trabajando para transmitir a la Comisión Europea los beneficios de la operación para los consumidores y empresas, tanto en términos de aumento de opciones para los clientes en servicios innovadores, como en el incremento y aceleración de las inversiones en 5G y fibra en España en un contexto de reducción de inversiones en los últimos años y el resultante retraso en el despliegue de 5G respecto a la agenda digital de la Unión Europea”, explican fuentes oficiales de la fusión.