El Vaio 11 de Sony pertenece a este segundo tipo. Es un híbrido slider porque su pantalla táctil, de 11,6 pulgadas, se transforma en un tablet cuando se superpone sobre el teclado físico. Como todos los productos de esta marca japonesa, su acabado es extraordinario, tanto en cuanto a materiales como en lo que se refiere a las juntas y sistemas mecánicos. Para un uso intensivo basado en la ofimática y la multimedia, no ofrece lagunas (los vídeos se ven de maravilla gracias a la resolución Full HD); no es una opción para videojuegos demasiado exigentes o para tareas como la edición de vídeo. Pesa 1,3 kilogramos.
Con esta definición híbrida es un ordenador/tablet muy versátil, porquese puede usar con su teclado cuando así se precisa o sólo con los dedos cuando es menester. Por cierto, viene de serie con un puntero para dibujar y escribir sobre su pantalla táctil, un stylus susceptible de perderse con facilidad porque no se puede integrar en el equipo.
Sin touchpad
Dicho teclado no dispone de touchpad, es decir, el panel habitual de los portátiles para guiar el cursor; en su lugar, el llamado trackpad: un botón-mando ubicado entre las letras G, H y B para, mediante un solo dedo, realizar la citada tarea de dirigir el cursor. Necesitarás mucho tiempo para acostumbrarte a esta propuesta de Sony y no se puede asegurar que, al final, sea usado habitualmente.
Tampoco resulta muy cómodo que, al deslizar y abrir la pantalla, ésta sólo pueda adoptar un ángulo fijo, cuyos grados son acertados, pero ya se sabe que si en la pantalla de un portátil se observan reflejos, pues se reubica y punto. Con este Vaio no es posible. También resulta mejorable su autonomía, que no llega a las 5 horas seguidas. Por algo será que Sony recomienda una base que multiplica por dos la duración de la batería fija. Pero este accesorio, aunque con también excelente acabado, afea el atractivo conjunto. Saques donde saques y uses donde uses el Duo 11, será un imán para las miradas de alrededor.
En conjunto, este portátil híbrido de Sony resulta convincente: medidas adecuadas, peso comedido, versatilidad asegurada y sensación de consistencia técnica y constructiva. Cuesta 1.100 euros.