El prototipo Nixie es la primera cámara portátil que puede volar y que puedes llevar en tu muñeca como si se tratase de un reloj. En lugar de dos correas, hay cuatro que se despliegan y convierten el dispositivo en un drone que puede volar. Es tan sencillo de usar cómo darle a un botón y lanzar Nixie hacia al cielo desde la muñeca.
Una vez lanzado la cámara giratoria se activa y puede grabar vídeos o hacer fotografías desde el aire, consiguiendo unas perspectivas nuevas y diferentes. Está configurada para ofrecer dos modos: el Boomerang, en el que el dispositivo vuelve automáticamente a la persona después de grabar el vídeo o hacer la foto y el modo Sígueme, con el cual Nixie seguirá los movimientos de la persona mientras la graba.
Uno de los atractivos de este dispositivo es las diferentes perspectivas que puede llegar a ofrecer, pero sobre todo, la capacidad de capturar el momento sin llegar a interrumpirlo, ya que no precisa apretar botones o configurar la cámara -es posible seleccionar diferentes escenas-.
Al ser un prototipo, todavía no se sabe a qué resolución podría grabar vídeos, de cuantos megapíxeles podría realizar fotografías, cuánto tiempo duraría la batería o hasta qué distancia y altura podría llegar. Tampoco hay información sobre el precio o la disponibilidad, pero el concurso Make It Wearable de Intel finaliza el 3 de noviembre. De resultar ganador, el proyecto 500.000 dólares para desarrollar el dispositivo. El drone Nixie no lo tiene fácil, compite contra proyectos como una mano robótica de bajo coste, un sensor que monitoriza las constantes vitales del bebé en el vientre materno o un guante que permite un trabajo más eficiente. Si finalmente se comercializase, las cámaras de acción GoPro verían en Nixie un serio competidor.