Aktarer Zaman ha querido facilitar a los usuarios de Skiplagged itinerarios alternativos que les permitan ahorrarse incluso un 80% en la compra de un billete. El truco consiste en encontrar vuelos que hagan escala en el destino que queremos seleccionar como final del trayecto, es decir, que la parada en la que nos deberíamos bajar del avión para coger otro sea nuestro destino final.
Este método, según asegura Zaman, puede suponer un ahorro de más de 200 euros, y ya ha atraído a más de 200.000 usuarios. Las ofertas se dan sobre todo en vuelos de más duración, como las rutas transatlánticos, con ahorros que pueden alcanzar el 65% aunque también se puedes encontrar buenas ofertas en vuelos dentro de Europa. Por ejemplo, adquirir un vuelo Madrid con destino a Malta con escala en Frankfurt, puede ser más barato que un vuelo directo a la ciudad alemana.
Esta plataforma es de mayor utilidad cuando se trata de viajes sólo de ida ya que normalmente hay que comparar la vuelta desde la ciudad que has realizado la escala o comprar dos cuya escala sean los destinos elegidos en ida y vuelta. El único inconveniente es el equipaje. Sólo se puede llevar el equipaje de mano, puesto que la maleta facturada terminará en el destino final del vuelo no en la ciudad donde el vuelo haga escala.
Este truco es totalmente legal aunque las aerolíneas ya han comenzado a quejarse ya que dejar el avión en la ciudad de la escala supone un asiento menos en el destino final y por tanto, un asiento que pierden pudiéndoselo haber vendido a otro pasajero. Además, puede provocar que se anuncien viajes llenos cuando en realidad no es así cuando se finalice el trayecto.
No es de extrañar que por ello algunas compañías como Orbitz y United Airlines hayan denunciado a su creador acusándole de interferir de forma “intencional y maliciosa” en los negocios de las compañías aéreas, lo que podría causar problemas “logísticos y de seguridad” para las empresas y sus usuarios, según ha publicado El Comercio. El joven ingeniero neoyorkino rechaza estas acusaciones y ha respondido con una campaña de crowdfunding que le ha permitido recabar más de 70.000 euros para hacer frente a litigios como éste.